Balance positivo de las cooperativas en Colombia

Abril 19 de 2018: A diciembre 31 de 2017 las cooperativas colombianas sumaban activos por $42,1 billones, un patrimonio de 16, 4 billones, una cartera relativamente sana y asegurada de 21, 2 billones y un total de 6,9 millones de asociados, de acuerdo con las proyecciones del Monitor Cooperativo de Ascoop.

Abril 19 de 2018: A diciembre 31 de 2017 las cooperativas colombianas sumaban activos por $42,1 billones, un patrimonio de 16, 4 billones, una cartera relativamente sana y asegurada de 21, 2 billones y un total de 6,9 millones de asociados, de acuerdo con las proyecciones del Monitor Cooperativo de Ascoop.

Según las cifras de Confecoop, en las cooperativas con actividad financiera el crecimiento de los asociados fue de 6.64%, es decir, 220 mil nuevos asociados más que el año anterior, sumando más de 3.5 millones de colombianos que canalizan a través de ellas sus necesidades de financiación, ahorro e inversión, con un impacto sobre sus grupos familiares que suma más de 12 millones de personas.

Los activos de este grupo de cooperativas crecieron en 7.03%, cerrando diciembre en $21.4 billones; su patrimonio aumentó 7.72%, cerrando el año con $6.6 billones y su cartera creció 6.71%. Además, el saldo en depósitos de ahorro ascendió a $13.1 billones, con crecimiento nominal anual de 8.27%, mucho más significativo si se considera que el país creció 1.8% en 2017.

Estas cifras muestran un crecimiento constante del sector desde el año 2000, incluyendo los años en que la economía nacional mostró desaceleración, lo cual evidencia su capacidad de resiliencia, muchas veces mencionada, por ejemplo en el informe de la ONU “Cooperativas en el desarrollo social”, publicado por la Asamblea General en julio de 2017: “Las cooperativas han demostrado ser más resilientes en tiempos de crisis económica y financiera que sus contrapartes corporativas, haciendo una contribución fundamental para mantener el empleo y el crecimiento económico en general”.

2018 el año de las Cooperativas

Este año, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer destacó el papel de las cooperativas en la lucha por alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en el ámbito rural e hizo un llamado a los Estados y a las organizaciones internacionales para que “promuevan y faciliten el emprendimiento de las mujeres rurales y amplíen las oportunidades para sus empresas,cooperativas y grupos de apoyo mutuo”.

Además de las cifras globales y los reconocimientos internacionales los casos de éxito particulares suman al buen balance de las cooperativas colombianas. Las últimas mediciones disponibles muestran que en el sector farmacéutico Coopidrogas y Copservir – La Rebaja, ocupan el primero y el tercer lugar en la distribución de medicamentos para los colombianos. En tanto, Colanta se consolida como la primera compañía lechera del país, a lo cual agrega la reciente aprobación de la Unión Europea para exportar derivados lácteos a 27 países. La Aseguradora Solidaria fue reconocida a finales de 2017 como la tercera mejor empresa para trabajar en Colombia, en el escalafón Great Place to Work, en el que dos compañías del grupo Empresarial Coomeva ocuparon los puestos 10 y 13, evidenciando que las cooperativas son generadoras de trabajo digno y de espacios laborales óptimos. Tres empresas del Grupo Coomeva, recibieron hace un mes en la Casa de Nariño el Sello Equipares, con el cual el Gobierno Nacional reconoce a las empresas que se distinguen por su política de equidad de género. Y en el curso de 2017, las cooperativas Cooptraiss y Coeducar y los gremios Confecoop, Ascoop, Fecolfin y Analfe fueron condecorados en el Congreso de la República por sus aportes a la construcción de una economía solidaria e incluyente.

Este panorama debe generar confianza y credibilidad entre los asociados, la sociedad, los líderes de opinión y el Estado hacia el sector cooperativo, que da muestras de fortaleza y de capacidad para aportar al desarrollo económico y social del país desde un enfoque de solidaridad, de inclusión económica y social y de búsqueda del progreso colectivo.

Conclusiones

Por eso, los gremios cooperativos invitan a la sociedad colombiana a creer en la cooperativas verdaderas y cerrarles el pasó a las sociedades de papel que usurpan la denominación cooperativa para estafar, aprovechando la debilidad de los sistemas de vigilancia y control del Estado.

Se espera que la implementación de una nueva normatividad para el instrumento de la libranza proteja los derechos de las cooperativas y fondos de empleados, que lo crearon y desarrollaron como un instrumento crediticio para apalancar el bienestar y el progreso de los trabajadores y sus familias.

De igual forma, hay la expectativa de que la declaratoria de nulidad de varios artículos del decreto regulatorio de las Cooperativas de Trabajo Asociado sea una oportunidad para corregir la persecución de que han venido siendo víctimas las verdaderas cooperativas generadoras de trabajo autónomo y solidario, que resultaron pagando injustamente las consecuencias de la utilización indebida de la figura de trabajo asociado en la intermediación laboral por parte de empresas con ánimo de lucro y entidades estales.

Las cooperativas colombianas asociadas en los gremios del sector, entre ellos Ascoop, desarrollan acciones de educación y difusión para que el Estado colombiano, los otros gremios empresariales, los medios de comunicación, los generadores de opinión pública, la academia y la sociedad en general conozcan y comprendan mejor la naturaleza de las cooperativas y sus aportes a la economía nacional, al desarrollo incluyente y a la lucha contra la inequidad reinante, como factores claves de la democracia real y la paz con justicia social.

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