Mayo 16 de 2019. Una de las grandes problemáticas de los colombianos es la falta de cultura de ahorro. Desde hace ya varios años viene en aumento una mayor conciencia sobre la importancia y el impacto de las finanzas personales en la vida de la sociedad.
Por Mauricio Flores Marín
Tomado del Diario La República
Recientemente, se han realizado estudios por diversos centros de investigación en el mundo, como el que hizo la American Psychological Asociation, según el cual una de las principales causas de estrés en el mundo son los problemas de dinero que afrontamos los ciudadanos de manera cotidiana.
Y realmente tiene mucho sentido que el dinero sea un motivo de estrés, pues es muy importante para el bienestar de las personas, pero al mismo tiempo es un bien escaso; por eso no se entiende la falta en el pensum académico de una clase de educación financiera, que desde los primeros años de formación nos enseñe qué es el dinero, de dónde viene, para qué sirve, cómo conseguirlo y especialmente cómo manejarlo.
Una cátedra de educación financiera en el colegio con énfasis en los mismos hogares no solo nos sería útil para estar más familiarizados con el dinero, sino también para entender el papel de los bancos y hasta los principios básicos de cómo funciona la economía. En este sentido, es claro que hay mucho por avanzar y debe ser materia de trabajo de la agenda de entidades públicas y privadas.
Manejar el dinero es realmente complejo, no necesariamente tener dinero asegura un futuro próspero ni convierte a quien lo tiene en un experto. Todos conocemos personas con ingresos importantes que son un verdadero desastre en sus finanzas y otras con entradas muy básicas que son ejemplo de orden y control en su día a día financiero.
Una de las mayores problemáticas de la sociedad colombiana, y que tiene origen claramente en no tener una sólida educación financiera, es la ausencia de cultura del ahorro. Es por eso, que el grueso de los colombianos gastamos lo que recibimos o incluso un poco más, como si no existiera un mañana.
El país tiene cifras muy críticas, de acuerdo con los reportes del Gobierno Nacional, donde más de seis millones de adultos en edad de pensionarse que hay en Colombia, apenas un 30% tiene asegurados ingresos para su vejez, lo cual resulta crítico para el bienestar social de un país como el nuestro.
Una economía como esta, con un empleo informal superior al 50%, es un punto de partida bastante claro para entender la causa del porqué millones de colombianos efectivamente cuenten con un empleo, perciban un ingreso y en algunos casos, estos sean altos, no tienen en su imaginario la idea de ahorrar, ni mucho menos de hacerlo para pensionarse.
Lo más delicado de todo este panorama es que el futuro luce más complejo. Con un bono demográfico en declive y una población con tendencia a envejecer, además de empezar a trabajar ya desde las escuelas primarias en formación financiera es necesario pensar en cómo apoyar a los jóvenes que deberán enfrentar un futuro con la necesidad de cubrir la carga prestacional de la población mayor, sin trabajo e ingresos.
Con este panorama, se hace cada vez más necesario comenzar a enfocar esfuerzos para mitigar ese riesgo. En este orden de ideas, el Gobierno Nacional anunció recientemente, a través de Colpensiones, el programa Beps (Beneficios Económicos Periódicos), una iniciativa que busca ayudar a personas que cuenten con semanas cotizadas pero que nos les alcanza para devengar una pensión logren un ahorro que les permita recibir un dinero cada dos meses de manera vitalicia, vale la pena conocerlo a fondo y difundirlo.