Fuente: Comunicado CICOPA
Del mismo modo la buena voluntad de millones de cooperativistas de todo el mundo está hoy con quienes tienen que abandonar o defender Ucrania.
La solidaridad es hoy fronteras abiertas, brazos y corazones abiertos, y también carteras abiertas. Cualquier ayuda a través de las muchas vías que se han dispuesto en los países que ayudan a Ucrania y los ucranianos, tendrá que incrementarse aún más. Alimentos, ropa y dinero serán necesarios, y también la acogida a los millones de refugiados que están en busca de cobijo.
Expresamos nuestra solidaridad con los cooperadores ucranianos, con nuestros miembros de los países vecinos y con todas las cooperativas, proporcionando ayuda a las personas huyendo de Ucrania.
Pedimos a la Unión Europea y a todas las partes involucradas, buscar sin cesar una manera diplomática de poner fin a la guerra.
Hoy tenemos presente al pueblo de Ucrania, pero sin olvidarnos de otros muchos pueblos que sufren la desgracia de tantas guerras y conflictos armados en el mundo.
Queremos también tener presente a los rusos que se oponen a la guerra, que sufren la falta de libertad y los abusos de un gobierno autoritario. Quienes hemos sufrido la violencia del estado sabemos la vergüenza y la impotencia que provoca tener un gobierno que no representa la voluntad de sus ciudadanos.
Las cooperativas garantizan la justicia social a través de los valores de ayuda mutua, igualdad y democracia económica, y no puede haber paz sin justicia social.
Quien defiende los valores cooperativos no puede justificar jamás el uso de la violencia porque la guerra es lo opuesto a ellos.
Porque la cooperación es democracia y la guerra la aniquila.
Porque la cooperación es libre adhesión y la guerra es invasión.
Porque la cooperación es interés por la comunidad y la guerra es su destrucción.
Hasta que la paz se restablezca hacemos un llamamiento a la solidaridad.
Sí a la cooperación entre personas, entre empresas, entre gobiernos y entre pueblos.
No a la guerra.