Colombia Cooperativa: ¿Cómo va el sector de la economía solidaria en Colombia?
Enrique Valderrama: El sector de la economía solidaria, ha mantenido un desarrollo sostenible, de acuerdo con la rendición de cuentas de la Superintendencia de Economía Solidaria para el periodo 2018-2019.
Sin embargo, de acuerdo con el ente supervisor, el número de empresas pertenecientes al sector ha venido disminuyendo desde el 2006 hasta el 2018, al pasar de 6.882 a 3.661 empresas que reportan debido, entre otras razones, a la regulación que se ha venido imponiendo a estas entidades, sobre todo a las cooperativas de trabajo asociado.
Es de destacar, que en el sector de economía solidaria, el segmento más representativo es el de actividad financiera cooperativa, conformado por dos bancos (Bancoomeva y Coopcentral), una compañía de financiamiento (Financiera Juriscoop), 5 cooperativas financieras (CFA, Coofinep, Cotrafa, Coopkennedy y Confiar) y 181 cooperativas de ahorro y crédito.
Por ello, voy a hablar del sector que representa Fecolfin, el gremio oficial especializado en la actividad financiera cooperativa en Colombia, que viene en un constante ascenso económico y social, generando confianza por su buen manejo corporativo y por la solidez de sus entidades. Nuestras cifras en billones de pesos, a noviembre de 2019, son las siguientes: activos, $24,4; cartera de créditos: $19,4; pasivos $17,3; depósitos, 13,4, patrimonio, 7,1 y un capital social de
$4,2. Y pese a tener solo 189 empresas, con una evolución promedio de 10% en los últimos 10 año, representa más de la mitad de todo el sector solidario.
CC: ¿Qué tan viable ve la implementación de una política pública que fortalezca al sector de la economía solidaria colombiana?
EVJ: Ha sido una lucha de muchos años. Los candidatos e incluso presidentes, han ido a nuestros eventos con propuestas de apoyo al sector, pero sin ser su propósito realmente. Por fortuna, por fin tenemos un presidente comprometido, que nos motiva y nos llena de optimismo hacia ese propósito de afianzar al sector solidario, y en particular, al cooperativismo con actividad financiera. Ese optimismo está fundamentado en el compromiso del presidente de la República, doctor Iván Duque Márquez, para construir la política pública que buscamos, con el objeto de corregir las asimetrías que afectan el desarrollo del sector. De hecho, ya estamos trabajando en la mesa técnica, junto con la señora Vicepresidenta de la República, doctora Marta Lucía Ramírez, y el Ministerio de Trabajo, en quienes delegó ese compromiso el Presidente.
CC: ¿Estamos avanzando en los temas de modernización y transformación digital?
EVJ: Indudablemente estamos avanzando, no al ritmo que deberíamos, pero sí. En nuestro caso en particular, como gremio líder del cooperativismo de ahorro y crédito, ha sido una preocupación el lento avance tecnológico del sector. El hecho de que nuestro presidente haya preconcebido su administración en el emprendimiento y la cultura digital por la economía naranja, nos llena de orgullo porque venimos liderando desde 2017 la temática de innovación digital en todos nuestros escenarios. Hemos llevado a más de 100 líderes cooperativos a Silicón Valley, centro pionero de la innovación tecnológica en el mundo, para que tengan tanto el conocimiento como la experiencia directa de los instrumentos y procedimientos empleados.
CC: ¿Se ha avanzado en el tema de integración y articulación gremial?
EVJ: Hemos estado trabajando de manera mancomunada con los demás gremios como Ascoop, Analfe y Confecoop, para afrontar los inconmensurables problemas que a diario nos aquejan. Al interior de Fecolfin, es un propósito la construcción de una marca compartida para contrarrestar las arremetidas del mercado, y empoderar a las medianas y pequeñas cooperativas.
CC: ¿Cuáles son las expectativas para el 2020?
EVJ: Son muchos los aspectos a considerar para trazar una ruta exitosa. Pero, sin lugar a dudas, será la década de las oportunidades para el país y, reitero, el período de consolidación del sector solidario y del cooperativismo con actividad financiera en Colombia.
Sin embargo, vale la pena recordar que nuestro sector tiene características especiales como la regulación propia, la supervisión especial y el seguro de depósito. Por lo tanto, es prioritaria la actualización de la legislación, conformada por normas que ya cumplieron su ciclo, como la Ley 79, o “Ley cooperativa”, de 1988, que contiene aspectos positivos y abrió el camino hacia la banca cooperativa, y la Ley 454 de 1998.
En los últimos 21 años el sector se ha posicionado como la verdadera alternativa para impulsar el desarrollo económico y social del país. En consecuencia, esa tranquilidad y firmeza nos permite ofrecer al gobierno, para servicio del país, este instrumento válido para hacer democracia, construir capital social, practicar la tolerancia, generar empleo, democratizar la propiedad y la riqueza, y generar crédito con la cultura del ahorro.