El mundo tiene nuevo amo

“No basta con acumular riquezas en bienes tangibles, cuando por hacerlo dejamos indefensa a la humanidad entera, no importa que viva en un país potencia o en uno en vía de desarrollo”.

En su más reciente editorial, la Fundación Social Utrahuilca, habla sobre cómo el tan solo cuestión de días, el panorama mundial se vio obligado a cambiar, incluso en el poder político  y económico, debido a la pandemia ocasionada por la Covid-19. Ttambién se hace una reflexión sobre cómo es indispensable valorar y cuidar mediante la solidaridad, la verdadera riqueza del mundo: las personas, y cómo se reduce a nada el hecho de acumular riquezas o ser potencias mundiales en tiempos en que la vida y la salud, significan todo.

El mundo hace un mes era dominado por el hombre y la mujer en todas sus dimensiones, lo explotaba desmedidamente generando un panorama desolador en la parte ambiental tan profundamente, que ya existen ciudades donde sus habitantes no pueden observar el color natural del firmamento sino que observan un color gris humo que poco a poco es más denso y esto a más baja altura.


Pero no nos alarmamos como para tomar decisiones a fondo por el contrario más se ha acelerado el crecimiento desbordado de las industrias y empresas generando cada hora 10 veces más de polución. Pero hace 30 días el mundo cambió de amo y señor por un invisible virus que hoy en día tomó el poder político y económico del mundo y lo postró ante él sin defensa alguna, generando cientos de muertos, miles de contagiados y millones de personas con miedo de contagiarse porque pueden reemplazar en el lecho de enfermo a los que se fueron.


En conclusión, no basta con acumular riquezas en bienes tangibles, cuando por hacerlo dejamos indefensa a la humanidad entera, no importa que viva en un país potencia o en uno en vía de desarrollo; aquí es donde tenemos que tomar conciencia y volver nuestros pensamientos y acciones para entender que lo más valioso en el mundo son las personas y con ello desarrollamos sus dimensiones acorde a la solidaridad para vivir feliz en un colectivo y para llegar a su realización en plenitud, está la economía solidaria.”

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