Pensar en cooperativas para crear LOS TRABAJOS DEL FUTURO

El modelo cooperativo colombiano deberá promover los trabajos del futuro, en sectores y actividades que garanticen la inclusión de las personas

En los próximos cinco años sere­mos testigos de los más grandes cambios que la humanidad haya experimentado. El acceso masivo a muchas de las nuevas tecnologías para atender las actividades cotidia­nas transformará para siempre la vida como la hemos conocido y vivido. La forma de entender la “nueva reali­dad” de interactuar con los demás, de aprender, de estudiar, de trabajar, de emprender, de descansar, serán muy diferentes a lo que hasta hoy hemos conocido.

Los trabajos y profesiones “para toda la vida” están siendo afectados por estos profundos y drásticos cam­bios. Se estima que para 2025 muchas de esa profesiones o trabajos hayan desaparecido, en virtud del impacto en el mercado del trabajo de la era de la automatización, que reemplazará actividades rutinarias o masivas, has­ta ahora desarrolladas por personas laboralmente menos calificadas.

El estudio de Frey y Osborne de 2013, de Oxford Martin School, señaló que hacia 2030 “el 47% de los empleos podrían desaparecer, por la automatización”, y definió un lista­do de los trabajos más amenazados por tal circunstancia, señalando las posibilidades de ser reemplazados por robots, drones y otras máquinas “inteligentes”.

El modelo cooperativo colombiano deberá promover los trabajos del futuro, en sectores y actividades que garanticen la inclusión de las personas

Estos cambios en la vida de las per­sonas, en la sociedad, en el mercado laboral y en la educación imponen la adopción de medidas rápidas y enér­gicas, como lo recomienda la OIT, en su informe sobre el Futuro del Trabajo (noviembre, 2018), en el cual señala que “Nos esperan innumerables opor­tunidades para mejorar la calidad de vida de los trabajadores… Sin esas medidas enérgicas, nos dirigiremos a un mundo en el que se ahondarán las desigualdades e incertidumbres existentes”. Por ello, propone “un programa centrado en las personas para el futuro del trabajo que forta­lezca el contrato social, situando a las personas y el trabajo que realizan en el centro de las políticas económicas y sociales y de la práctica empresarial”.

Colombia tendrá un nuevo escena­rio de desarrollo, cambiará el entor­no, el mercado, las dinámicas sociales y se generará un nuevo tipo de nece­sidades y aspiraciones que deman­darán nuevos servicios y productos, por parte de una sociedad que esta­rá conformada por menos personas menores de 15 años y más personas mayores de 60 años.

En ese escenario de transformación surgirán los trabajos del futuro. De muchísimos de ellos no sabemos aún, no tenemos idea cuáles serán y cómo se llamarán. En todo caso, lo que sí sabemos es qué se crearán para dar oportunidades a las personas de alcan­zar su desarrollo personal, formalizar su inserción en la economía y garanti­zar oportunidades, ingreso y bienestar.

Es ahí donde el modelo coopera­tivo, que pone al ser humano en el centro de sus preocupaciones, está llamado a actuar. El modelo coope­rativo colombiano deberá promover los trabajos del futuro, en sectores y actividades que garanticen la inclu­sión de las personas. Algunos de ellos están mencionados en la propuesta de política pública que Confecoop propuso al gobierno nacional.

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