Para difundir información “LAS COOPERATIVAS NO TIENEN VENTAJAS NI DESVENTAJAS”

El analista de Red+ Noticias Mauricio Reina habla sobre la digitalización del periodismo, las fake news y la reputación de las cooperativas.
Mauricio Reina, analista del canal informativo Red+ Noticias. /Foto Red+ Noticias

Durante los últimos años los medios de información han sufrido un proceso de reconfiguración con varios rasgos. El primero de ellos es las plataformas: con la expansión del internet los medios se pudieron difundir por la web, pero también nacieron medios digitales y plataformas para generar contenidos al alcance de cualquiera.

Mauricio Reina cree que eso democratizó la información: “Los productores de comunicación tenían una licencia de televisión o una licencia del espectro electromagnético o una planta de impresión, ese capital es cada vez menos relevante, porque todos los contenidos se digitalizan y están en la red. Eso cambia el equilibrio de fuerzas y hoy es mucho más democrático el acceso a la producción de información. Yo puedo tener un blog y en la medida en que esté bien hecho y tenga buena difusión, puedo competir con un medio consolidado”.

Eso lleva a un segundo y complejo rasgo de la transformación mediática, que explica Reina: “Ahora no existe un sello de garantía detrás de la difusión de la información, como existía antes en la medida en que había una casa editorial, un canal o un nombre con trayectoria en la comunicación, y que era una fuente de credibilidad y confianza. Hoy a uno le puede llegar por WhatsApp o cualquier red social toda clase de información producida en cualquier instancia o en cualquier circunstancia y es mucho más difícil discernir qué es verdad y qué es mentira y eso convierte la posibilidad de las noticias falsas en un gran riesgo”.

Un tercer rasgo es que “en la medida en que ahora la información es de fácil acceso y que puede venir de fuentes confiables y no confiables, la gente empieza a valorar más el contexto del contenido, el análisis y la interpretación”, sostiene el periodista.

Democratización y fake news

Esas tres grandes transformaciones están cambiando los negocios tradicionales de medios de comunicación. “De la concentración que había antes porque las inversiones para informar eran muy cuantiosas hoy pasamos a una competencia más democrática pero con mayor dificultad de discernimiento para el usuario.

La gente empieza a valorar más el contexto del contenido, el análisis y la interpretación”. / Foto Fescol

“Y es que esta democratización también podría traducirse en una pérdida de calidad y de responsabilidad. Tenemos un riesgo de que la verdad quede en entredicho y sea muy difícil establecer qué es cierto y qué no, porque no hay una firma responsable detrás de las noticias y mucha gente prefiere informarse por las redes sociales. Así que la crisis de los medios tiene que ver con que producir noticias cualificadas, con responsabilidad y con un sello de garantía, cuesta y en cambio poner cualquier cosa en la red para un usuario no cuesta nada”.

Reina sostiene que hay una tendencia a la confusión “porque es difícil discernir qué información tiene credibilidad y qué información no la tiene y así mismo es difícil encontrar medios informativos que vayan más allá de la noticia y contribuyan con análisis e interpretación del contexto”. Pero es optimista: “Creo que en la medida en que las audiencias valoren más la calidad informativa y la credibilidad, se va a ir limpiando un poco esta situación”.

“CORRESPONDE A LAS MISMAS COOPERATIVAS HACER UN EJERCICIO DE COMUNICACIÓN PÚBLICA TRANSPARENTE PARA MOSTRAR LAS BONDADES DE MUCHOS DE ESTOS ACTORES COOPERATIVOS”.

Sin embargo, llama la atención sobre una fuerza externa que va en contra y tiene que ver con un problema político y es la polarización, no sólo en Colombia sino en distintos lugares del mundo. “La polarización, que es resultado de un deterioro entre la distribución del ingreso y la igualdad de oportunidades, hace que las audiencias quieran oír una verdad consistente con lo que tienen en la cabeza. Entonces los que son de derecha quieren las interpretaciones de derecha y los que son de izquierda quieren las interpretaciones de izquierda. Y eso hace que la búsqueda del criterio y la interpretación y el contexto se vea perjudicado”, explica.

Crisis económica y calidad

Reina cree que las audiencias, a punta de estrellarse contra la pared de la noticia falsa y de la tergiversación, empiezan a valorar la información de calidad y esa valoración debería llegar a un punto en que estén dispuestas a pagar por esa información de calidad.

“Las audiencias, a punta de estrellarse contra la pared de la noticia falsa y de la tergiversación, empiezan a valorar la información de calidad”. /Foto Red+ Noticias

“De hecho, durante mucho tiempo se ha pagado por varios medios, como son las suscripciones a las revistas y los periódicos. Entonces que ahora se planteé que se pague por calidad informativa no es tampoco ninguna novedad y eso permitiría invertir y obtener solidez.

“El mejor ejemplo de esta tendencia lo constituye The New York Times, que contra todo pronóstico tiene un gran éxito en sus publicaciones online. Pero para eso se requiere que la información sea de mucha calidad porque nadie está dispuesto a pagar por algo que puede encontrar sin pagar. Si la información no me agrega valor interpretativo y criterio, no voy a pagar por ella. Yo creo que los medios que no le están apostando a mejorar la calidad, a profundizar el análisis y dar elementos de juicio, no están haciendo la apuesta por donde es”.

Otro problema es el de las separatas pagadas por las empresas. “En la medida en que estén claramente diferenciadas, que sea transparente o evidente al lector que es un contenido patrocinado por una empresa, es una manera legítima de sostener el negocio como lo ha sido la pauta. El problema radica en no plantearle con claridad al usuario la diferencia entre uno y otro producto”.

Las cooperativas como fuente

Finalmente Mauricio Reina se refiere al cubrimiento de la información sobre las cooperativas. “Yo no creo que una cooperativa, en su condición de cooperativa, tenga una ventaja o una desventaja para difundir su información en los medios. Y eso quiere decir que no creo que todo el sector cooperativo esté marcado por un estigma y no tenga acceso a los medios o credibilidad entre el público.

“Creo que hay un riesgo alto, como sucede con otros sectores de la economía, de que unos escándalos específicos contaminen a actores que tienen un comportamiento idóneo, por un prejuicio de la opinión, pero creo que corresponde a las mismas cooperativas hacer un ejercicio de comunicación pública transparente para mostrar las bondades de muchos de estos actores cooperativos y que los problemas de unos y los vicios de unos no son generales de todo el sector”.

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