Octubre 1 de 2019. El coordinador editorial del periódico AM, de Guanajuato, México, describe dos experiencias de emprendimiento cooperativo que conoció en la Feria de Cooperativas, que organizó la Caja Popular Mexicana.
Por: Francisco Horta Gómez
Tomado de Portal AM, México
Las cooperativas son un sector del que poco se habla, y sin embargo cada vez son más los proyectos productivos que toman esta figura para emprender, sobre todo en diversas comunidades de México, y en el estado de Guanajuato no es la excepción.
Las cooperativas se caracterizan por tratarse de ideas de negocio, en donde los trabajadores son propietarios de los medios de producción.
Es una economía más equitativa, cuyo fin es que todos los miembros se beneficien. Y en muchos de los casos han sido un factor para reducir los altos índices de migración o para descubrir talentos que han permitido que la gente perciba un salario, y así puedan tener una mejor economía familiar.
En las siguientes líneas, le contaremos la historia de cooperativas del estado de Guanajuato, Puebla, Oaxaca y Chiapas.
Comenzamos con Conservas 1998, anteriormente constituida como Conservas Santa Rosa de la comunidad del mismo nombre en la sierra de la capital del estado de Guanajuato.
Una idea que surge de cinco mujeres cuyo espíritu emprendedor, sus ganas de salir adelante y su pasión por lo que hacen ha sido superior a la cantidad de personas que ha rechazado la idea de que una marca liderada por mujeres, hoy venda sus mermeladas a nivel nacional, e incluso a países como Estados Unidos, Europa, Brasil y Bolivia.
El momento medular de esta cooperativa se presentó en 2002 cuando se presentaron en la Expo Chiapas, evento donde se acercó la gente de la cadena restaurantera Toks para pedirles que fueran sus proveedores, siempre y cuando les vendieran 20 mil frascos de su producto.
El objetivo resultaba distante, apenas alcanzaba su capacidad para cubrir 10 kilos. “En ese momento el reto era imposible”, recordó Rosa María Rico que junto con Margarita, Patricia, Susana y Martha conforman la cooperativa guanajuatense, que en la actualidad produce dos toneladas y media de conservas únicamente para Toks.
Luego de 20 años, hay gente en la zona que aún piensa que existe un hombre detrás del proyecto, debido a esa mentalidad machista que por desgracia aún existe en México, cuenta María Rico, quien avisa que si usted las busca en la oficina seguramente no las encontrará, pues a diario cada una de estas mujeres tiene una labor administrativa u operativa por cumplir en la planta.
El proceso con el que realizan sus conservas es 100% artesanal, lo más industrial que utilizan son sus licuadoras, y su caso de éxito ha sido reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y por los turistas que cada fin de semana visitan la comunidad para conocer la historia de Conservas 1998, y de paso llevarse unos cuantos frascos.
Hacen equipo
El siguiente caso es el de la cooperativa Verde Esperanza, que agrupa a 120 productores de 12 comunidades ubicadas en San Luis de La Paz y alrededores.
Comenzó con la venta de frijoles negros libres de pesticidas. Luego se sumaron productores dedicados a ofrecer cajeta de cabra para un mercado gourmet. Más tarde se integraron mujeres que hacían galletas cayetanas y ahora han sumado a su diversidad de productos miel de abeja de mezquite, huizache y huevo orgánico.
Iván Segura, encargado de ventas, comparte que en San Luis de la Paz, en Guanajuato, se encuentra el centro comunitario, cuyos productores provienen de Pozo Hondo, Las Palomas, Palomillas, Jaralillo, Norita del Refugio y Plátanos, principalmente.
La falta de intermediarios les ha permitido que las ganancias sean mayores, y así se valora el sacrificio y amor que tienen por sus tierras.
Iván destacó que la variedad de productos comercializados fue propuesto por los propios productores, que al interesarse, ofrecían alimentos que consideraban era su fuerte.
Ahora se encuentran enfocados en certificar sus productos. Han comenzado a vender por medio de sus tres rutas: una que va a Celaya y Querétaro; otra más a Celaya y San Miguel; la última, por ahora, es a León y Guanajuato capital.
Pendiente
Aún resta contarle la historia de tres casos más que tuvimos oportunidad de conocer ayer en la Feria de Cooperativas, que organizó la Caja Popular Mexicana en su corporativo.
También le contaremos sobre una gran idea que permitió que los socios de las cooperativas pudieran aumentar sus ventas, conocer un mayor número de posibles clientes y contactos para su red de alianzas.
En la columna de mañana le contaremos más detalles, y además le diremos cuántos de los turistas que visitan el estado de Guanajuato se hospedan en plataformas de alojamiento.
