¿Sabe qué son las cooperativas? A sus finanzas podrían interesarles

 

Octubre 24 de 2018. El diario el Espectador publicó un interesante artículo sobre el cooperativismo y los beneficios por ser asociado a estas entidades. Lo invitamos a leer y a replicar.

 

Octubre 24 de 2018. El diario el Espectador publicó un interesante artículo sobre el cooperativismo y los beneficios por ser asociado a estas entidades. Lo invitamos a leer y a replicar.

Fuente. El Espectador

Debido a su naturaleza sin ánimo de lucro, estas entidades pueden llegar a cobrar la mitad de los intereses que un banco tradicional y dar opciones de ahorro más flexibles.

¿En dónde es mejor pedir un préstamo: en una entidad sin ánimo de lucro o en una empresa que busca maximizar utilidades? Más allá de lo que dicen los instintos, no hay que aventurarse a responder. Las entidades privadas, como los bancos, pese a su estructura societaria, pueden dar excelentes condiciones y productos a sus usuarios. Pero, por otro lado, claramente hay beneficios en los productos financieros que ofrecen entidades como las cooperativas, pues su principal interés no son las ganancias sino ayudar a los que recurren a sus servicios.

Precisamente por esto las cooperativas de ahorro y crédito pueden ser tan interesantes para las finanzas personales. Estas entidades no tienen clientes sino asociados. Todo aquel que se afilia y usa sus servicios se convierte automáticamente en copropietario (dueño) de la entidad, con todos los derechos que esto implica, como la participación en las asambleas periódicas que se realicen. Es claramente un enfoque diferente al de la banca tradicional, pues dentro de un banco se accede a estos servicios financieros como cliente y no como dueño de la sociedad.

Además, este modelo sigue creciendo. De acuerdo con Carlos Acero, presidente de la Confederación de Cooperativas de Colombia (Coofecop), “al analizar 181 cooperativas de ahorro y crédito y cinco financieras, encontramos que en enero de este año los depósitos estaban en $13,7 billones y para el cierre de agosto la cifra subió hasta los $14,3 billones ($600.000 millones de incremento). Además, en este mismo período (enero-agosto) la colocación de cartera creció en $500.000 millones en créditos nuevos entregados. Además, en total hay 3’800.000 colombianos que ahorran con estas entidades, lo que representa un gran factor de inclusión financiera”

¿Es buen negocio?

Los beneficios de las cooperativas no se dan solo en términos legales y societarios, sino que también brindan grandes oportunidades económicas. Si está considerando pedir un préstamo, podrá notar la diferencia entre tasas al consultar varias cooperativas y bancos tradicionales. O simplemente puede consultar por internet o revisar el portal comparabien.com, que centraliza las tasas y tarifas de los productos de diferentes entidades financieras del país.

Por ejemplo, para créditos de libre inversión se encuentra que los bancos tradicionales cobran por un préstamo de $20 millones, a dos años, tasas de entre el 20 y el 29 % efectivo anual. Por lo que al final el préstamo terminará costando entre $24 millones y $26 millones (intereses por entre $4 millones y $6 millones). Pero hay cooperativas en el mercado colombiano que pueden llegar a ofrecer por ese mismo tipo de crédito tasas de menos del 15 % efectivo anual, lo cual implica que al final se pague menos de $23 millones (intereses por menos de $3 millones). Por lo que se puede llegar a ahorrar entre $1 millón y $3 millones en intereses tan solo por cambiar de entidad financiera.

También hay ventajas a la hora de ahorrar, sobre todo en términos de flexibilidad. La mayoría de las entidades financieras del país ofrecen el producto de meta de ahorro, un instrumento que, como su nombre lo indica, está diseñado para cumplir una meta específica. Incluso en algunos casos tiene destinación definida, como vivienda o estudio. Pero aunque pueden ser muy efectivos para completar un objetivo, también pueden llegar a ser demasiado represivos e incluso llegar a cobrar una penalidad o sanción en caso de que se incumpla alguna condición (como sacar el dinero antes de tiempo).

En cambio, los productos de metas de ahorro que ofrecen las cooperativas, como los de la Financiera Progressa, le permiten al ahorrador incrementar o reducir el porcentaje de ahorro de estos productos a voluntad del usuario, sin que tengan que pagar una penalidad. Además, existen mecanismos para que las cuotas de ahorro se descuenten directamente desde nómina, lo que es muy cómodo para el usuario y facilita el hábito de ahorro.

Las rentabilidades que suelen pagar las cooperativas a sus ahorradores no son muy diferentes a las de los fondos de pensión e inversión, por lo general de más del 4 % efectivo anual (una cuenta de ahorros promedio no da más del 1 %), por lo que los depósitos se protegen de los efectos de la inflación, una condición clave para ahorrar a largo plazo.

¿Cómo acceder a estos servicios?

Para adquirir uno de los productos de las cooperativas de ahorro y crédito solo hace falta afiliarse a una de estas entidades, con lo cual se ganará el título de asociado con todos los derechos que esto implica (la entidad deberá informarle sobre esto). Si son trabajadores dependientes (con contrato a término fijo o indefinido) es probable que la empresa tenga un convenio con alguna cooperativa. Es la situación ideal, pues de esta manera es más fácil solicitar que las cuotas, tanto de ahorro como del crédito (dependiendo de lo que busque), se descuenten directamente de nómina.

¿Quién las vigila?

Las cooperativas financieras, y las de ahorro y crédito, pueden ser vigiladas por entidades como la Superintendencia Financiera, la Superintendencia de la Economía Solidaria o por ambas (otra superintendencia puede vigilarlas dependiendo de las actividades en las que se muevan). Claramente, deben contar con autorización para captar los recursos y brindar transparencia entre sus afiliados y clientes acerca de los productos que ofrezcan y las operaciones que ejerzan.

Es importante asegurarse siempre de que la cooperativa está constituida formalmente y es vigilada. De esta manera se evitará caer en mecanismos informales y hasta ilegales, como las cadenas de ahorro y los préstamos gota a gota, servicios en los que la única garantía es la palabra y en los que se corre el riesgo de ser víctimas de estafa.

 

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