La columnista reconoce que, pese a las limitaciones persistentes, se han hecho algunos avances en la producción de estadísticas sobre las mujeres en el mercado laboral, la producción de propiedad intelectual y la participación en micronegocios, entre otros.
Y entra a analizar las cifras del Registro Único Empresarial (Rues), según el cual el 86% de las empresas tienen una participación baja de mujeres en el capital de la compañía; sólo 45,8% tienen mujeres en su planta de personal y solo 13,7% tienen al menos una mujer en cargos directivos.
La Representante dice que las cifras son preocupantes, pero tenerlas es un paso adelante para la construcción de política pública para cerrar brechas de género en lo que a desarrollo empresarial y emprendimiento se refiere.
“Por ejemplo, en Colombia las mujeres no son en su mayoría dueñas de las empresas de tecnología, pero sí están de manera preponderante en los equipos directivos. Con esta información presente, una acción posible es ofrecerles paquetes de acciones para volverlas socias”, afirma.
En América Latina no es muy distinto: solo el 26% de las posiciones de liderazgo están ocupadas por mujeres y apenas el 21% de las organizaciones son dirigidas por una mujer. A la vez, las mujeres representan menos de un tercio de las juntas directivas de las empresas colombianas.
Algo similar ocurre en aspectos como solicitud y concesión de patentes de diseños industriales, modelos de utilidad y patentes de invención que presentan una brecha de género de entre 60 y 70 puntos porcentuales aproximadamente, de acuerdo con cifras de la Superintendencia de Industria y Comercio.
“Esto se debe a que, como ya lo he mencionado en varias columnas, pocas mujeres se forman en carreras Stem (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) y tienen una pequeña participación en la dirección de grupos de investigación activos en el país (33,52%).”
En opinión de la congresista del Partido Verde, las cifras son una radiografía de la desventaja estructural que sufren las mujeres en Colombia, en especial en las empresas. “Ahora que abundan tantos programas de reactivación y emprendimiento esperamos que la nueva información disponible sobre mujeres como dueñas y líderes de empresas informe las decisiones para ser más efectivos reduciendo la brecha.
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