A través de una carta dirigida al Superintendente de la Economía Solidaria, Ricardo Lozano Pardo, la Directora Ejecutiva de Ascoop María Eugenia Pérez Zea, el Presidente Ejecutivo de Analfe Miller García Perdomo y el Presidente Ejecutivo de Conamutual, Vicente Suescún Parra, manifestaron el reconocimiento de los gremios a la labor que cumple la Superintendencia de la Economía Solidaria, como ente de supervisión, vigilancia y control de las organizaciones solidarias, “cuya normatividad hemos acatado, en reconocimiento a su misión.”
Sin embargo, manifiestan su preocupación por las decisiones del Gobierno Nacional y la Superintendencia frente a la incertidumbre que afecta no solo a la economía solidaria sino a todo el país y que impiden predecir lo que sucederá en el inmediato futuro y, mucho menos, anticipar las circunstancias a las que conducirá la pandemia de Covid-19 a finales de 2020.
Al respecto destacan como una amenaza nacional el creciente desempleo, que según el DANE para el mes abril llegó a 12.5 %, y que podría llegar a 22% en el mes de agosto, según los cálculos de Fedesarrollo. Así mismo destacan la drástica reducción de los índices de colocación de la cartera de crédito, que están experimentando las organizaciones solidarias, los cuales han caído entre 50 y 60%, lo que traerá como consecuencia una contracción drástica en los resultados de las organizaciones en el presente año.
En ese sentido los gremios proponen, al Superintendente llegar a acuerdos sobre la pertinencia de la expedición de nueva normatividad durante la coyuntura de la Covid-19, cuando la atención y esfuerzos de cooperativas, fondos de empleados y mutuales están concentrados en hallar la ruta para mantener la sostenibilidad de cooperativas, fondos de empleados y mutuales; es decir, para mantener a flote el modelo de la economía solidaria.
“Estamos convencidos de que es inoportuno e inconveniente emitir proyectos de circulares y, en general, nuevos marcos normativos, si se tiene en cuenta que nuestra atención está centrada en la supervivencia de las organizaciones, la atención prioritaria a las necesidades de los asociados y en tanto las organizaciones están centradas en su supervivencia, en la atención prioritaria a las necesidades de los asociados y en el acatamiento de las políticas gubernamentales para enfrentar la contingencia”.
La carta concluye con un reconocimiento de la importancia de la actualización normativa y un llamado a evaluar su oportunidad. “De ninguna manera, Señor Superintendente, estos planteamientos quieren decir que desconozcamos la pertinencia de la normatividad y sus actualizaciones, pero el momento no es el indicado”.