Un problema que persiste desde el inicio de la guerra es la necesidad de fuentes de energía fiable. Gorokhovskyi subraya que los cortes de luz son frecuentes, lo que imposibilita prácticamente cualquier forma de comunicación, el funcionamiento de los negocios y la refrigeración de comida y medicamentos.
«Las empresas y organizaciones de COOP Ukraine van a necesitar un número considerable de generadores con una capacidad de 4 a 10 kW en los próximos meses, y no podemos hacerlo solos», explica.
Otro grave problema es la destrucción de muchas cooperativas que estaban ubicadas en las zonas de conflicto.
«Cualquier ayuda que provenga de colegas y cooperativistas del mundo será sumamente útil y necesaria, y la aceptaremos con inmensa gratitud».
El movimiento cooperativo internacional ha decidido ayudar activamente, y está prestando apoyo económico directo a COOP Ukraine. Estos fondos se distribuyen directamente las cooperativas de consumo de Ucrania.
«A día de hoy, hemos recibido ayuda de colegas de EE. UU., Japón, Irlanda, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bulgaria, Australia, Filipinas, Malasia y Corea del Sur, entre otros países», señala Gorokhovskyi.
«Agradecemos sinceramente a la comunidad cooperativa mundial el apoyo que está prestando nuestro país y a la cooperación en estos tiempos tan difíciles», añade. «No olvidamos que, como parte de la ACI, tenemos mil millones de amigos y colegas en todo el mundo que simpatizan con nosotros y nos quieren ayudar. Esto nos anima, nos da fuerza y nos inspira a creer en la victoria».
Puedes leer el mensaje que envió hace un año Ariel Guarco, presidente de la ACI, aquí.
El movimiento cooperativo en Ucrania a día de hoy
La guerra ha mermado el número de cooperativas, y se dispone de poca información sobre aquellas que han quedado en territorio ocupado. Sin embargo, existe actividad en los territorios liberados y hay pruebas de que las comunidades luchan por recuperar sus vidas y su subsistencia. A pesar de los graves problemas, las cooperativas se adaptan y continúan su misión de servicio a sus miembros.
«En los territorios liberados, nuestra gente está volviendo al trabajo, se están restaurando las instalaciones y se están ajustando los servicios logísticos. A pesar del peligro y de las dificultades, intentamos proporcionar a la población local los bienes más necesarios, incluso en las zonas recién liberadas. Solo cuando termine la guerra se podrán restaurar completamente las instalaciones de las cooperativas. Haremos todo lo posible para restablecer el trabajo de todas las cooperativas que han sido destruidas», señala Gorokhovskyi.
«Al mismo tiempo, las instituciones educativas cooperativas del país no han interrumpido los procesos de educación y formación de especialistas en varias ramas de la economía. Las instituciones educativas de las zonas de guerra fueron reubicadas a zonas más seguras, donde continúan su trabajo. A pesar la difícil situación que atraviesa el país, en 2022 se produjo un aumento positivo de las matrículas en las universidades, institutos y escuelas cooperativas».
Fondo solidario
Siguiendo el sexto principio cooperativo de cooperación entre cooperativas, el Consejo de Administración de COOP Ukaine ha creado un fondo solidario para recibir la ayuda internacional destinada a las cooperativas afectadas del país. Se ha elaborado una nueva normativa para velar por la transparencia del proceso y garantizar que los fondos lleguen a la comunidad cooperativista ucraniana. También se ha establecido una comisión especial que supervisará todas las solicitudes de financiación y apoyo.
El año pasado, los fondos se repartieron a la unión de sociedades de consumo de la región de Nikolaiev a petición propia. Actualmente, COOP Ukraine trabaja para cubrir las solicitudes de las uniones de sociedades de consumo de Kherson, Zhitomir, Chernihiv y Sumi.
El papel de la identidad cooperativa
El pasado año quedó patente la importancia de la identidad, también a nivel geopolítico. Gorokhovskyi recalca que el trabajo de COOP Ukraine durante la guerra y los esfuerzos por conseguir apoyos y no perder la esperanza se basan exclusivamente en los principios cooperativos.
«Siempre hemos funcionado como una familia, y durante la guerra los principios cooperativos nos han ayudado a no desfallecer ante el miedo, a resistir los desafíos y las amenazas. No nos hemos rendido, mantenemos el contacto, buscamos la salida en las distintas situaciones, nos ayudamos mutuamente y creemos en la victoria», explica.