Canapro, cooperativizando el campo colombiano

En Colombia encontramos tantas frutas, como colores y sabores podamos imaginar, y es que, esa maravillosa biodiversidad que nos caracteriza se ve reflejada en la gran variedad de frutos nativos y exóticos que se producen en las diferentes regiones de nuestro país.
Foto: CANAPRO

Su expresión en sabores, formas, colores y aromas, hablan de la fecundidad de nuestros suelos, encontrándonos inmersos en una de las mayores despensas que hay en el  mundo; a pesar de esto, el nivel de conocimiento y consumo es aún escaso, desaprovechando las propiedades nutricionales de cada una de estas.

Uno de esos frutos es el marañón, producido por el árbol de Anacardium occidentale, conocido como cayú o merey. Esta se caracteriza por ser una planta versátil y con  excelentes características para producción y crecimiento en suelos arenosos, ácidos y de baja fertilidad, como los que encontramos en el Vichada.

El marañón tiene un fruto compuesto por una porción carnosa, engrosada, jugosa y de sabor ácido y astringente, conocida como pseudofruto, rico en vitamina A y C, aminoácidos, proteína y fibra, del cual se desprende una nuez, dura y de color verde grisácea. Por sus propiedades es reconocida como la fruta de la memoria. Jugos, mermeladas, jaleas, almendras, vinos y deshidratados son algunos de los usos y aprovechamiento que se puede realizar de este.

Este singular y no tan conocido producto, hace parte de una de las líneas de Canapro Ambiental, con la cual deseamos nutrir y vincular a nuestros asociados al conocimiento y valoración de la región del Vichada como un territorio de inimaginable riqueza, belleza y singularidad. Junto a este, la miel de abejas orgánica, bautizada en honor a su origen en la cuenca del Bita, otro producto alimenticio con destacadas propiedades medicinales caracterizado por su sabor intensamente dulce, color ámbar traslucido y libre de químicos o impurezas, producida por las abejas Apis mellifera. Estos dos productos hacen parte del enfoque para el desarrollo económico de la región, donde como entidad del sector solidario, la cooperativa CANAPRO, busca incidir en el posicionamiento no solo de un producto, sino de una región y de un país.

El proyecto ambiental Canapro le apuesta al desarrollo social y económico responsable con el medio ambiente, de los campesinos y productores del departamento del Vichada, por esto lanza al mercado su nuevo producto almendra de marañón, un delicioso y nutritivo fruto seco, que está transformando las dinámicas de desarrollo en este territorio, perfilándose como una gran agro industria a nivel nacional con más de 13.000 hectáreas establecidas en Colombia al año 2021.

El lanzamiento de este producto en sus diferentes presentaciones es el resultado de los diferentes esfuerzos establecidos previamente, tales como la siembra de estos cultivos y  el establecimiento de una moderna planta semi automatizada para la extracción y aprovechamiento de la almendra del marañón, llegando al día de hoy a tener toda la cadena de valor establecida en la cual se siembra, cosecha, transforma y comercializa directamente al consumidor final la almendra de marañón, generando así un mayor margen de beneficios en todo el proceso.

Cabe resaltar que el marañón es un árbol nativo de la altillanura vichadense, por lo tanto el establecimiento de nuevas hectáreas de este cultivo favorece muy positivamente el desarrollo de la fauna y flora del territorio, dando espacios a diferentes especies de aves y mamíferos que se alimentan y viven en los cultivos, fortaleciendo también la capacidad nutricional de los áridos suelos, esto debido a que sus hojas y frutos enriquecen los suelos al caer.

En Canapro Ambiental estamos comprometidos con el desarrollo social y económico responsable de las familias campesinas que cultivan este fruto, por esto apoyamos a los pequeños y medianos productores de marañón del departamento, comprando directamente su cosecha (sin intermediaciones) o brindando servicios de maquila a sus cosechas de nuez de marañón, esto con el fin de que estos puedan dar ese valor agregado a sus cosechas y alcancen un valor considerablemente más alto en la venta final de su producto, pasando de vender nuez de marañón sin procesar a vender almendras listas para el consumo con un alto valor comercial, generando así más empleo y mayores ingresos para sus familias, motivándolos a que continúen expandiendo sus cultivos.

De la mano de la experiencia de los agricultores locales, esperamos llevar a nuestros asociados un producto de alta calidad. Tenemos la firme convicción que en cada hogar donde lleguemos con la miel o el marañón, una familia colombiana disfrutará de los sabores y aromas representativos de la riqueza de nuestro país.

Yhonathan W. Pardo Másmela

Director ejecutivo

Canapro Socioambiental

CANAPRO

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