Economía social para crear empleo entre las personas con discapacidad

La Comunidad de Castilla y León en España defiende la economía social como un instrumento para crear empleo y fijar población en el mundo rural, especialmente para con las personas con discapacidad.

Así lo ha asegurado este viernes la consejera de Empleo e Industria, Ana Carlota Amigo, durante la visita que ha realizado centro de turismo rural de la localidad salmantina de Béjar, que pertenece a la Cooperativa Salarca y que aúna en un mismo proyecto los valores del cooperativismo y de los Centros Especiales de Empleo, donde reivindicaba asimismo la fórmula de emprendimiento de la economía social, “basada en los principios de participación, cooperación, sostenibilidad, integración y confianza en las personas”.

En este sentido, Carlota Amigo ponía en valor el espíritu del cooperativismo, así como su funcionamiento democrático y su vinculación con el territorio “que hace que las cooperativas tengan una especial capacidad de resistencia en situaciones de dificultades económicas como las vividas en los últimos meses”. “En un momento económico como el que estamos viviendo, la Junta de Castilla y León quiere priorizar el apoyo a las empresas para que actúen como palanca de la recuperación e impulsen la creación de empleo, y las entidades de la economía social son parte esencial en esa recuperación”, destacaba la consejera.

Carlota Amigo avanzaba que este año se van a invertir más de 30 millones de euros para apoyar el empleo de unas seis mil personas con capacidades diferentes, y financiar el 50 por ciento de los costes salariales de trabajadores en Centros Especiales de Empleo.

Además, explicaba que este colectivo tiene la consideración de prioritario” en los programas de empleo local y rural, donde se incluye un programa específico de seis millones de euros destinado exclusivamente a financiar los contratos de personas con discapacidad en las entidades locales.

Respecto al centro de turismo rural que visitaba la consejera, cabe señalar que cuenta con una plantilla de catorce trabajadores, de los cuales doce son personas con discapacidad.El complejo de turismo rural, totalmente accesible, alberga siete casas rurales de cuatro estrellas con un total de 25 plazas, un restaurante con capacidad para 48 comensales, un huerto ecológico y un parque infantil sensorial.

ALTAIR es también un centro de formación autorizado por el Servicio Público e Empleo (Ecyl) para impartir formación en hostelería y turismo en las especialidades de servicio de mantenimiento de restauración paisajística, jardinería ecológica, conservación de la biodiversidad, custodia del territorio y gestión forestal en espacios Red Natura 2000. En los últimos cinco años ha realizado cuatro acciones formativas, con 30 alumnos participantes.

La cooperativa forma parte del Grupo Asprodes, integrado por cinco entidades de la Economía Social que centran su labor en proyectos orientados a mejorar el bienestar de las personas, en especial de las personas con discapacidad, y los entornos que habitan. El grupo presta apoyo a más de un millar de personas con discapacidad y a sus familias y cuenta con 178 trabajadores con discapacidad.

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