Enrique Valderrama Jaramillo, presidente de la Federación Colombiana de Cooperativas de Ahorro y Crédito y Financieras Fecolfín, manifestó que “la máxima autoridad del gremio, como es la asamblea de delegados, instó a la Junta Directiva, vocera de la agrupación que él representa ante la opinión pública, para que pronunciara la inconformidad ante la Superintendencia de Economía Solidaria, por el proyecto de circular que pretende crear comités consultivos de los consejos de administración, porque lesionaría gravemente la autonomía de las cooperativas, creando conflictos de intereses que aparentemente se habían resuelto en los Códigos de Buen Gobierno.
“Durante todo el 2020, que como todos saben fue un año crítico a nivel mundial por la pandemia, hemos tenido que hacer observaciones y comentarios a las diferentes propuestas y reglamentaciones del ente supervisor, que en algunos casos demandaban la ampliación de los términos y en otras, las observaciones pertinentes, porque podrían afectar la estabilidad económica de nuestras empresas cooperativas, como el caso de la inconveniencia del proyecto del modelo de pérdida esperada del sistema de administración de riesgo de crédito,” dijo.
El proyecto que cuestiona el gremio, da la instrucción a las organizaciones vigiladas, de implementar y mantener un Sistema Integrado de Administración de Riesgos, como órganos colegiados independientes, para “identificar medir, controlar y monitorear los riesgos a los que se encuentran expuestas (las cooperativas de ahorro y crédito) en el desarrollo de su objeto social, con el fin de adoptar decisiones oportunas para su mitigación, bajo un marco de estándares de buen gobierno.”
“Nosotros no podemos perder nuestra autonomía, y el gobierno tiene que entender que somos diferentes. Como representantes del sector, llegamos hasta la WOCCU, nuestro máximo gremio mundial, para que lograra que el comité de supervisión bancaria de Basilea y la junta de estabilidad financiera, hicieran un llamado a los gobiernos, incluido el colombiano, con el fin de que los entes reguladores flexibilizaran las normativas a nuestras empresas, en esta crítica época de pandemia. Y así lo hizo. En nuestro país, el presidente Duque recibió una carta de nuestro representante mundial”.
Recalcó, que, de igual manera, dirigieron cartas a Minhacienda y a Supersolidaria, “sin encontrar eco y, por el contrario, las respuestas por parte del ente supervisor fueron prolijas supervisiones y acuciosos requerimientos, que fueron atendidos, pese a ser una carga adicional a sus actividades normales, en un momento lleno de tensión, porque somos amigos de la supervisión y la buena regulación, y entendemos los alcances de cada una, ¡cómo no! Pero el momento era inoportuno.
“Igual pasa con Fogacoop, con ingentes solicitudes a su máxima autoridad, y de manera reiterativa en los últimos años, para que equilibre la cobertura y racionalice el costo de la prima para no seguir jugando con la cancha inclinada, pero tampoco. Y en esta época ha sido indiferente al extra primar severamente a aquellas cooperativas que se vieron afectadas en algunos indicadores, como si no entendiera su real funcionalidad, porque su financiación y sostenibilidad económica es posible gracias a nuestros aportes”.
De acuerdo con las cifras de la Superintendencia de Economía Solidaria, el sector generó alivios para sus asociados por más de $4.4 billones en 358.806,000 operaciones, pero, según el dirigente, con consecuencias en las provisiones de cartera, en especial en el segundo semestre del 2020 que también se proyectan para todo el 2021.
Para Enrique Valderrama Jaramillo, el sector financiero cooperativo demostró, una vez más, su capacidad para resistir los embates de las crisis, con resultados positivos, que confirman la confianza y credibilidad de sus asociados, y la solidez del sector.
El sector en contexto
El sector cooperativo con actividad financiera está integrado por más de 5 millones de asociados en 179 cooperativas de ahorro y crédito, 5 cooperativas financieras, 2 bancos de propiedad cooperativa y una compañía de financiamiento comercial.
La atención se da por medio de una red de 1.400 oficinas entre agencias y corresponsales en los departamentos del país.
Al cierre del 2.020, el sector llega a $27. 5 billones y sus principales rubros fueron:
Cartera de crédito a $20 billones;
Depósitos a $ 18 billones
Patrimonio 7.7 billones
Capital social (una de las mayores fortalezas) $4.7 billones
Cartera de crédito (principal activo) $14.6 billones
Cartera comercial, $3.3 billones
Cartera de vivienda $2.2