Día de la Mujer: ACI convoca a la acción por un futuro igualitario

Con ocasión del Día Internacional de la Mujer, la Alianza Cooperativa Internacional dio a conocer una Declaración suscrita por la Presidenta del Comité de Equidad de Género, en el que hace un llamado a construir un mundo más igualitario

Acción social, política, económica y cooperativa por un futuro igualitario


COVID-19 ha transformado las realidades y las perspectivas de un mundo que al parecer dejamos a inicios de 2020 y otro al que nos hemos tenido que enfrentar desde entonces.

A raíz de la agudización de las desigualdades que han resurgido desde el inició de la pandemia, el mundo ha tenido que pensar en la idea de alinearse en la formulación y creación de políticas que buscan resarcir el efecto colateral en las vidas de todos. Tres cosas ha dejado claras la pandemia de covid-19: la primera es que se han acelerado y agravado las disparidades de género; la segunda, que son las mujeres quienes están en la primera línea de batalla contra el coronavirus; y la tercera, que son las mujeres quienes más aportan a la superación de la crisis, a la recuperación económica y a la mitigación del desbalance social. Por lo tanto, deberían de estar al centro de los planes de recuperación.

Por esta razón, la Organización de las Naciones Unidas ha elegido el tema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, este 8 de marzo. Este tema, también alineado con la 65 Sesión de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer, evoca los esfuerzos que las mujeres y las niñas están sumando alrededor del mundo, haciendo contribuciones para contrarrestar la crisis y aportar a la recuperación del bien común, así como para reconstruir un mundo igualitario, donde las mujeres contemos con un empoderamiento y una participación democrática y política, que influya en la toma de decisiones de la vida pública, libre de violencia, con una remuneración igualitaria, con una distribución equitativa en el trabajo doméstico, con acceso a derechos de propiedad, medidas de apoyo, recursos y herramientas, servicios de salud dignos, entre otros.

La crisis de COVID-19 ha impactado de manera negativa el mundo entero, en especial las realidades de mujeres trabajadoras que perdieron sus empleos o cuyas condiciones laborales han desmejorado. La vida de las mujeres se ha afectado porque la carga del trabajo del hogar se ha multiplicado y se han tenido que enfrentar al acoso y a la violencia doméstica.

En 2020, la tasa de participación laboral de las mujeres fue de 46%, mientras que la de los hombres de 69%; muchas mujeres perdieron sus empleos por diversas razones, y una de ellas es la demanda de trabajo en los hogares. Al mismo tiempo, la cuestión de si las mujeres son generalmente las últimas en ser contratadas pero las primeras en ser despedidas en tiempos de crisis económica, incluso en el siglo XXI, sigue siendo relevante. Las cooperativas, en todo el mundo, mantienen tasas de empleo estables, diseñan estrategias y programas para que las mujeres equilibren su vida privada con la laboral, mientras están fuertemente comprometidas a luchar contra cualquier forma de violencia hacia la mujer.

Las mujeres estamos de pie en la primera línea de respuesta a la pandemia, en áreas como la salud, los servicios sociales, educación, agricultura y comercio minorista, entre otros sectores, con una sobredemanda de trabajo y de cuidado; las que aún contamos con empleo tenemos riesgo de perderlo, pues estamos ubicadas en los mayores sectores de riesgo, mientras que otras, en plena informalidad laboral, no cuentan con ninguna garantía.

Las mujeres durante largos períodos de encierro han sido más susceptibles a la violencia doméstica, problemas de salud mental, etc. En la mayoría de los hogares, las mujeres han sido las principales cuidadoras de ancianos y niños, a menudo descuidando su propia salud física y mental. En las familias que viven en la pobreza con recursos limitados, las mujeres a menudo han descuidado sus propias necesidades dietéticas, lo que ha provocado una mala nutrición y salud y ni hablar de las brechas digitales y de acceso a servicios financieros. Hoy estamos viendo un retroceso en los avances que por décadas las mujeres habíamos alcanzado con gran esfuerzo. Y ante esta situación es necesario un liderazgo femenino transformador, que proponga pactos políticos, sociales y emprendedores para la igualdad y la solidaridad. Tenemos que promover una cultura global de inclusión en el ámbito laboral, adoptando un enfoque holístico y de múltiples partes interesadas para generar el cambio tan necesario.

Estudios han demostrado que los países que mejor han manejado la crisis, son aquellos dirigidos por mujeres, destacándose por su buena gestión en la toma de decisiones y la efectividad al momento de comunicarlos a la opinión pública, pero lastimosamente estos países, donde las mujeres son jefas de Estado, son tan solo 20 en el mundo entero.

Tal como se explica en la publicación realizada por Las Naciones Unidas: COVID-19 y liderazgo de las mujeres: Para responder con eficacia y reconstruir mejor, “las mujeres se encuentran en la primera línea de la crisis del  Covid-19 como trabajadoras de la salud, cuidadoras, innovadoras y organizadoras comunitarias. También se encuentran entre las y los líderes nacionales más ejemplares y eficaces en la lucha contra la pandemia. La crisis ha puesto de relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres como las cargas desproporcionadas que soportan.”

Las cooperativas se basan en valores y principios acordados internacionalmente, como la autoayuda, la igualdad y la equidad, la membresía voluntaria y abierta, así como la gobernanza y la propiedad democráticas. Tienen un historial probado en el avance efectivo de la participación económica de las mujeres, así como en constituir socios invaluables para aliviar el impacto de esta crisis. Las cooperativas aumentan el acceso al empleo y al trabajo, permiten la democracia económica, e impulsan el liderazgo de las mujeres.

Las cooperativas de todo el mundo han desempeñado un papel crucial durante la pandemia y, por lo tanto, este sector hace parte de la solución a la crisis. En muchos países hemos sido pioneros del abastecimiento de las ciudades en días de confinamiento, hemos brindado insumos de protección al personal médico, hemos salvado a empresas en liquidez y hemos abierto las puertas para que las mujeres tengan acceso a un trabajo digno y cuenten con la capacidad de sostenimiento para sus familias. Desde este sector, estamos aportando a la reducción de las brechas de género y es nuestro deber, ser partícipes del diseño de todas aquellas políticas y estrategias que se requieran para brindar a las mujeres y a las niñas los derechos y las garantías para llevar una vida digna.

Con motivo de esta ocasión en que conmemoramos los derechos de las mujeres y las niñas, extendemos una invitación abierta, que tiene como propósito trabajar juntos duplicando nuestros esfuerzos para formar una sociedad fuerte, justa y equitativa en el mundo posterior a Covid 19 . El mundo está pidiendo a gritos un cambio, y esta es una nueva oportunidad para reconstruir y para forjar el mejor futuro tan anhelado y del que siempre hemos hablado. Empecemos por participar de manera activa este 8 de marzo en las redes sociales con los hashtags #IWD2021 #InternationalWomensDay, #coops4women y #Coop. Las acciones diarias y la visibilización de nuestro modelo como solución, hacen una diferencia

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