La propuesta fue presentada por las dos funcionarias este jueves en el marco de una reunión con los líderes de vendedores informales en el icónico sector de San Victorino, uno de los que más concentran ventas informales en la capital, pese a múltiples acciones de formalización y desalojo.
Uno de los objetivos que tiene este piloto es que los vendedores informales puedan asociarse, formar cooperativas y formalizar sus negocios aprovechando los estímulos que ofrecerá el Distrito, como lo son capacitaciones, financiaciones y apoyos para que tengan una carnetización y caracterización. La idea es que puedan tener un espacio fijo de trabajo y “le jueguen limpio a Bogotá y a Colombia, con la condición de cero ventas de contrabando”, dijo Ramírez.
La estrategia estimularía la creación de empresa cooperativas y, por consiguiente, la generación de empleo, algo que sería un bálsamo para la economía de la capital tras la enorme ruptura del tejido empresarial y los ingresos generados por la pandemia de covid19 en Bogotá.
“San Victorino es una zona clave de la ciudad en materia de reactivación económica, productividad, empleabilidad e inclusión. La idea es mejorar la calidad de vida de los vendedores informales, que tengan varios beneficios como acceso a créditos, que tengan un trabajo digno, sin aglomeraciones en el corazón productivo”, aseguró la Secretaria Durán.
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