Ariel Guarco presenta libro sobre cooperativismo y desafíos globales

El presidente de la Alianza Cooperativa Internacional y la nuestra Confederación Cooperativa de la República Argentina, Ariel Guarco, presenta un conjunto reflexiones, desde la experiencia contemporánea del movimiento cooperativo, frente a cada uno de los desafíos globales que enfrenta la humanidad: defensa del planeta, los derechos de la mujer, el futuro trabajo, las nuevas tecnologías, la globalización financiera, el sistema agroalimentario, la comunicación y la paz.

El libro es el producto de tres años de experiencia de Guraco en la presidencia de la ACI, tiempo durante el cual ha tenido la oportunidad de dialogar, debatir y concertar no sólo con toda la dirigenciacooperativa mundial, sino también con actores gubernamentales, privados, académicos, de organismos multilaterales y de cooperación internacional, así como muchos otros actores del desarrollo, la política y la economía.

Aquellos interesados, pueden tener un adelanto en https://www.arielguarco.coop/wp-content/uploads/2020/12/DOSSIER-libroAG.final_.pdf, donde podrán encontrar un dossier con parte del contenido del libro (Introducción, Epílogo en Tiempos de Pandemia e Índice) para ir conociendo las principales ideas que se discuten.

La Introducción inicia planteando cuatro preguntas fundamentales para el cooperativismo y para las sociedades humanas:
“¿Se puede construir economía a partir de valores como la ayuda mutua, la responsabilidad, la democracia y la solidaridad? ¿Podemos hombres y mujeres crear empresas empezando por elegir esos valores, y luego subordinar a estos la organización del trabajo, la relación con los mercados o las formas en que nos financiamos?

“Si adoptamos como valores la ayuda mutua y la responsabilidad, estaremos decidiendo que nuestra empresa debe ser eficaz porque somos responsables el uno por el otro, y no porque tenemos que competir con el otro, ¿es esto posible?

“Adoptar como valor la democracia es elegir que la mayoría sea la que decida bajo el criterio de “una persona, un voto”, ¿es esto compatible con la gestión empresarial?

“Adoptar la solidaridad como valor es asumir que nuestra organización debe ser responsable por el interés colectivo de sus asociados y por el de la comunidad donde está inserta, ¿se puede sobrevivir siendo solidario en el marco de la economía real?”

Y analiza el sentido de estos interrogantes: “Preguntas similares a éstas seguramente se hicieron los pioneros del cooperativismo cuando, enfrentados con las enormes inequidades del sistema económico emergente de la revolución industrial, se plantearon la necesidad de otro modelo para construir economía. Uno que pudiese crear trabajo, brindar servicios y satisfacer las necesidades de las familias en base a sus valores: ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Estos son nuestros conocidos valores cooperativos, siempre bien acompañados por los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y preocupación por los demás.

“Hacer esto, construir empresas fundadas en estos valores, requiere resolver temas prácticos muy concretos. Debemos resolver quiénes pueden ser parte de ella, cuáles son los derechos y obligaciones emergentes de la asociación, cómo se tomarán las decisiones, cómo se financiará y cómo se retribuirá el aporte de los asociados, entre otros temas centrales. Este conjunto de formas concretas de organizarnos de acuerdo a los valores cooperativos es lo que habitualmente llamamos principios cooperativos; son las pautas que orientan las prácticas para organizar empresas de acuerdo a nuestros valores.”

Posteriormente, Guarco afirma: “Los principios no funcionan solo de la cooperativa hacia adentro. No se limitan a la relación de la cooperativa con sus asociados, sino que también definen la relación con la sociedad. Principios como los de educación cooperativa, autonomía e independencia, cooperación entre cooperativas y, fundamentalmente, compromiso con la comunidad, nos hablan de nuestra relación con el resto de la sociedad.

“Esta mirada común que tenemos frente a la comunidad es la que nos da entidad como movimiento. Somos movimiento en tanto nos reconocemos en nuestra identidad (es decir, en nuestros valores y nuestros principios) y en tanto procuramos difundirlos hacia afuera.

“La sociedad valorará y adoptará nuestros principios en la medida en que se demuestren adecuados para resolver sus problemas, para lograr sus objetivos. Y esto debe ser analizado en cada territorio y en cada coyuntura.

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