230 mil kits para trabajadores de salud en Argentina, serán fabricados por cooperativas

Con este voto de confianza del gobierno Fernández, las cooperativas argentinas reactivan las labores de sus trabajadores y contribuyen al abastecimiento de insumos de protección al personal de la salud.
Foto: Diario Contexto

La pandemia de covid-19 ha puesto en evidencia el alcance y el poder de la solidaridad y el cooperativismo, como pieza clave del desarrollo social y económico en el mundo entero, particularmente, en el trabajo y el empleo digno. Argentina, por supuesto, no ha sido la excepción, pues 230 mil kits para trabajadores de la salud serán fabricados por cooperativas a petición del gobierno.

Recientemente, la Administración de la provincia de Buenos Aires, convocó a la Red Textil Cooperativa – RTC, para solicitar la elaboración de 230 mil kits de protección para el personal de la salud y abastecer al sistema sanitario público con batas, gorros y botas de tela de primera calidad, certificadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica – ANMAT.

La realización de este convenio permitió la reactivación de más de 400 puestos de trabajo de 20 cooperativas de La Plata, Florencio Varela, Avellaneda, Glew, La Matanza, Lomas de Zamora, Berazategui y CABA, localidades del conurbano bonaerense y de la ciudad autónoma de Buenos Aires.

Joaquín Fernández Sancha, presidente de la RTC y secretario de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo – CNCT, aseguró que muchas veces las cooperativas no están bien vistas frente a las empresas privadas, pero que el sector se ha consolidado y ofrece buenos precios, calidad y competencia. “Ser competitivos tiene que ver con eso, con que nosotros, además de que generamos trabajo para muchas familias, mostramos que el producto es de calidad. Tenemos un producto, en el caso de los camisolines, avalados por la ANMAT, trabajamos con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), con organismos que certifican nuestros productos”.

Asumir este desafío, le permite a las cooperativas demostrar su altura y calidad en los procesos y productos que ofrecen, y además, deja por sentado la confianza que el gobierno deposita hacia el sector. Para Fernández, las cooperativas han enfrentado dificultades en los últimos años, pero “por suerte hoy de a poco se va reactivando. Empezó a haber una apertura productiva y esperanzas con la asunción del nuevo gobierno, pero bueno, vino la pandemia, que al principio tuvimos miedo, pero nunca bajamos los brazos», dijo.

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