Con ocasión del Día Internacional de las Cooperativas, la economista chilena María José Becerra destaca que “las cooperativas son empresas de carácter democrático, con techos de concentración del capital, inclusivas, y su principal atributo es el bienestar económico y social de sus socias y socios. Además, para el caso de Chile, es el único tipo de organización económica paritaria por ley.”
La economista destaca que el Coopsday2020 se da en medio de la crisis global más profunda de la historia moderna, caracterizada por la acumulación, la relación mercantil con la naturaleza y la mercantilización del trabajo, sobre todo el de las mujeres.
Destaca que la Unión Europea ha reconocido el papel de las cooperativas como “empresas de primera línea” en la lucha contra la emergencia generada por la pandemia de Covid-19, por lo cual está elaborando un “Plan de Acción para la Economía Social” como un pilar estratégico para la reconstrucción económica y social de toda Europa, para lo cual este sector cuenta con más de 2.800.000 empresas cooperativas que generan trabajo para 13 millones de personas, que constituyen el 6,3% de la fuerza de trabajo en Europa.
El plan de acción de la comunidad europea es impulsado por la Unión por el Mediterráneo, la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional, la Confederación Empresarial Española de la Economía Solidaria y la Unión Europea, y propone medidas para situar a las cooperativas en el centro de los planes de recuperación social y económica en 43 países.
De acuerdo con Becerra el plan de acción sitúa las empresas cooperativas como motor de la reindustrialización, pioneras de la transición verde y digital, la producción y distribución de energía renovables y la producción agroalimentaria de bienes y servicios y consumo sostenible desde los territorios. “La confianza social y económica europea a las cooperativas se debe a que las empresas de trabajadores tuvieron mayores grados de eficiencia económica, adaptabilidad y aumento de los niveles de empleo posterior a la crisis financiera de 2008”, asegura la economista chilena.
Sostiene igualmente que muchos países están haciendo una apuesta hacia la asociatividad, la economía social y solidaria y la economía ecológica, cómo decisión de política pública, para implementar un modelo de crecimiento y desarrollo que transite desde una economía en sobrefinanciarización a una economía de carácter real, basada en cadenas cortas de valor, procesos tecnológicos de globalización, enfoques territoriales coordinados con los municipios y reconceptualización del valor del trabajo de mujeres y hombres.
Para Becerra, estos países se entendieron que no es sólo una crisis monetaria con contracción de la demanda agregada de corto plazo, es una crisis del modelo de desarrollo y del cuidado y las empresas de trabajadores están liderando la salida en los lugares donde el mercado decidió no estar o dónde el Estado no alcanzó a llegar.
“Las cooperativas son el modelo de empresa que responde de mejor forma a una nueva etapa del capitalismo posneoliberal, fundadas en la distribución del poder y el dinero, dado que existen procesos de desconcentración y redistribución progresiva de la riqueza en el mismo mercado sin pasar por el Estado”, agrega la economista.
No obstante reconoce que en Chile que chile está lejos de transitar a este paradigma y dice que de los 12.000 millones de dólares comprometidos en los planes de mitigación de la pandemia y su posterior reactivación no existe presupuesto fiscal para ir en apoyo de las empresas de la economía social y solidaria y que de los 23.000 millones de dólares comprometidos vía garantía Estatal, no existe información pública desagregada por tipo de empresa que permiten inferir el nivel de préstamos a los que han accedido las empresas de trabajadores en el país.