La Real Academia Sueca de las Ciencias declaró que los estudios de Elinor Ostrom (1933-2012), «consiguieron dar relevancia a este asunto ante la comunidad científica, al demostrar que los bienes comunes, como los bosques, las pesquerías, los campos petroleros o las tierras de pastoreo, pueden ser gestionados de manera eficaz por los usuarios, en lugar de delegar su gestión a los gobiernos o a empresas privadas». Su teoría también permitía demostrar que este método es económicamente y ecológicamente sostenible a largo plazo.
Sus estudios ponían en entredicho la idea establecida de que el uso compartido de los recursos naturales resulta inviable a largo plazo, puesto que acaba provocando una sobreexplotación y destrucción de los bienes comunes. Ostrom logró demostrar, a través de varios estudios de casos llevados a cabo en distintos países del mundo, que su enfoque funciona y que muchas comunidades y cooperativas locales han logrado gestionar correctamente de manera conjunta sus recursos naturales.
Un ejemplo podría ser la cooperativa COPPALJ (Cooperativa dos pequeños productores agroextravistas de Lago do Junco Ltda), ubicada en Maranhão (Brasil). Esta cooperativa fue fundada en 1991 por las quebradoras de babasú y pequeños agricultores. Su objetivo era mantener el control común de las palmas de babasú para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de este recurso natural.
Ostrom participaba de manera activa en los debates públicos sobre el cambio climático y defendía un enfoque policéntrico o de múltiples capas como solución al problema. Según Ostrom, «no podemos confiar en que políticas aisladas a escala mundial para resolver el problema de la gestión de nuestros recursos comunes, los océanos, la atmósfera, los bosques, los ríos y toda la diversidad de seres vivos que se combinan para crear las condiciones idóneas de vida, incluida la vida de los siete mil millones de humanos». Ostrom respaldaba la acción contra el clima que utiliza diferentes estrategias implementadas de forma sincronizada, tanto a escala mundial como nacional, regional o local.
Las ideas de Ostrom se centran en el papel que desempeñan las comunidades locales para lograr un sistema económico sostenible desde un punto de vista económico, medioambiental y social. Las cooperativas –empresas que son propiedad de sus miembros, quienes se encargan también de su gestión en pos de unos objetivos comunes– seguirán basándose en los ideales de Ostrom para lograr la mejor gestión posible de los recursos naturales y del planeta.
¡Gracias, Elinor Ostrom!