Las cooperativas agroalimentarias de Andalucía realizaron un webinar sobre el impacto de la Covid-19 en el cooperativismo agroalimentario. El objetivo de este evento virtual fue el de abordar desde diferentes corrientes cómo el coronavirus está afectando al sector y sobre cómo influirá en el corto y mediano plazo.
Cristina de Toro Navero, directora general de Industria, Innovación y Cadena Alimentaria, destacó que la actividad agroalimentaria de las cooperativas ha sido el colchón ante la crisis, y contó algunos detalles sobre las propuestas que cooperativas agroalimentarias han hecho a organizaciones estatales, entre esos el Ministerio de Agricultura y la Comisión Europea, sobre medidas y propuestas que fortalezcan el sector. También hubo espacio para una mesa redonda moderada por el director de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía Jaime Martínez, donde se analizó el impacto de la Covid-19 de la mano de una cooperativa hortofrutícola, una oleícola y otra ganadera.
Pedro Ruiz García, presidente de la cooperativa granadina La Palma, mencionó las inversiones que han realizado para garantizar la seguridad de más de 1300 trabajadores y cerca de 700 socios. Entre las medidas están uso de tapabocas, desinfección, toma de temperatura y distancia, entre otras. Por su parte, Álvaro Olavarría Govantes de Oleoestepa, habló sobre cómo el impacto de la Covid-19 ha incrementado el consumo de aceite de oliva, por lo que la demanda ha incrementado y las ventas se han duplicado. Los sectores ganaderos extensivos y de flores y plantas han resultado afectados por esta crisis, como explicó Agustín González Sánchez, presidente de Ovipor.
Roberto García Torrente, de Cajamar, explicó cómo esta crisis “no ha sido tanto de sectores como de sistemas de comercialización” y destacó el buen funcionamiento de todos los eslabones de la cadena alimentaria para garantizar que los puntos de venta que abastecen a las personas en las ciudades, cuenten siempre con los productos necesarios y en las mejores condiciones. Reafirmó el despegue del comercio online, y el papel de atracción que el sector agroalimentario está generando en los fondos de inversión por el bajo riesgo y su crecimiento.
Las malas noticias las dio, en otro escenario, la Federación Andaluza de Cooperativas de Trabajo Asociado – Faecta, al reportar que el 38% de las cooperatativas de este tipo, se han visto afectadas en su economía, a causa de la parálisis de la operación en las actividades, debido a la cuarentena y a la crisis ocasionada por la Covid-19.
Esto se podría traducir en una pérdida de unos 13.750 empleos y más de 600 millones en la facturación de estas cooperativas durante 2020, con especial afectación en los sectores de turismo, comercio al por menor no alimentario, producción audiovisual, artes gráficas, entretenimiento, cultura y educación.
Luis Miguel Jurado, presidente de FAECTA, dijo que “este modelo empresarial siempre ha estado comprometido con el empleo, alejado de la especulación y entendiendo que la rentabilidad no es un fin en sí mismo sino una forma de mejorar la vida de las personas que trabajan en la cooperativa y afianzar los proyectos empresariales en el futuro”.
Con base en esto, el dirigente de las cooperativas de trabajo ha instado al Gobierno andaluz a tener presentes las particularidades de este tipo de organizaciones a la hora de tomar medidas para proteger a las empresas. Estas cooperativas demandan ayudas para el mantenimiento del empleo para cubrir gastos corrientes (suministros, alquileres, gastos de asesoría), el acceso a líneas de avales específicos y apoyo económico para hacer efectiva la transformación digital de las cooperativas y la reorientación de la actividad.
Y también se ha propuesto la exención o suspensión de tributos locales, provinciales y regionales, así como la contratación de pequeñas empresas y cooperativas del entorno por parte de la Administración local y provincial.
