Entre la conclusiones se destaca un crecimiento del orden del 8% (con un crecimiento real del 4%), en la mayoría de variables; una importante democratización del capital, con aportes por más de $11.3 billones correspondientes a 7.305.000 asociados; un patrimonio de $ 20.7 billones, con una capitalización que representa casi la mitad del total del patrimonio, por la reinversión de los excedentes; un endeudamiento con terceros de apenas el 64%; unos ingresos agregado de las cooperativas del sector real del orden de $ 12 billones (45% del total de ingresos); una cartera de crédito del orden de $ 32 billones de pesos, (55% de los activos de la economía solidaria), entre otros datos.
Estas cifras pueden presentar una desviación no significativa por cuanto (según la experiencia de los registros de la Supersolidaria) hay entidades que a la fecha del proceso (5 de marzo) aún no habían reportado (se estiman unas 50 entidades pero que no representan el 2% de los rubros relevantes y analizados). Igualmente se hizo una estimación de las cifras de las entidades que reportan a otras Superintendencias (Salud, Transporte y Vigilancia).
Este es un análisis preliminar con base en la información de la Supersolidaria[1].
[1] Supersolidaria, entidades vigiladas. Datos con base en la información de las entidades que han enviado su información con corte al 5 de marzo de 2020. No incluye cooperativas vigiladas por Superfinanciera, Supersalud, Supertransporte, y Supervigilancia.
