Canapro: La Cooperativa QUE LE APUESTA A LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL

“Un bosque que camina” es el proyecto forestal que Canapro viene desarrollando desde hace 10 años. En este tiempo la iniciativa ambiental ha permitido sembrar 100.000 nuevos árboles y con la ayuda de abejas, vientos, cortafuegos y otras medidas se ha evitado la epidemia de las quemas. La inversión ha sido de 15 mil millones.
El proyecto forestal se desarrolla en las sabanas del departamento de Vichada.

Édinson Rafael Castro Alvarado es el actual gerente de la Casa Nacio­nal del Profesor. Canapro. Es un hombre visionario y comprometido con el medio ambiente. Desde hace una década le apostó a la sostenibi­lidad ambiental con diferentes proyectos que hoy llenan de orgullo al sector cooperativo.

En entrevista para Colom­bia Cooperativa, el profesor Edinson hablá de esta gran apuesta que contribuye a miti­gar los efectos del cambio cli­mático en el mundo.

C.C: ¿De dónde nace el interés por hacer proyectos ambientales?

Édinson Castro: El cam­bio climático es una realidad y nuestra naturaleza coope­rativa nos lleva a actuar en temas que son de gran impor­tancia para la humanidad. Canapro es una cooperativa de educadores y eso ya habla de un compromiso con la vida, somos unos convenci­dos de que nuestro paso por este planeta tiene que ver con ese aporte para transformar positivamente nuestro entorno, por eso es que estamos comprometidos con la soste­nibilidad, eso forma parte de nuestros principios.

C.C:¿Por qué eligieron la zona del Vichada para reali­zar este proyecto?

E.C.: La sábana del Vichada es muy amplia, esta altilla­nura es un espacio cuyas con­diciones nos hicieron pensar en la posibilidad de sembrar árboles ya que no era nece­sario adecuar el espacio, es decir, no necesitábamos talar árboles para iniciar nuestro proyecto, además vimos como a largo plazo teníamos la posi­bilidad de utilizar el río Orino­co como ruta para movilizar los productos, aunque esto se ha complicado en los últimos años por la relación con nues­tro país vecino, nos resistimos a dejar este lugar porque nos encariñamos con este espacio.

El proyecto forestal se desarrolla en las sabanas del departamento de Vichada.

Asimismo también creemos que esta parte del país mere­ce la pena, es una realidad que esta zona es abandonada por el gobierno y la sociedad por lo que creemos que vale la pena mirar todo ese potencial que podemos desarrollar para el bien de la humanidad y del país.

C.C: ¿En qué consiste el pro­yecto de reforestación?

E.C.: Nosotros hemos hecho varias cosas, hemos sembrado acacias, que si bien no es una especie nativa, tiene la parti­cularidad de vivir en terrenos difíciles, por eso decidimos sembrarla. Actualmente hay un déficit de árboles de made­ra, la industria colombiana se alimenta fundamentalmente de exportación o deforestación y con este proyecto buscamos ser una solución alternativa para esta situación.

Con felicidad y orgullo debo decir que durante estos 10 años de siembra de 300 hectá­reas sembradas ahora tenemos 400, es decir, que pasamos de 200 mil árboles a 300 mil en una década, es por esta razón que decimos que “el bosque avanza, no solo se conserva”.

El proyecto ha sido una dura aventura por la conservación.

Cabe resaltar que la natura­leza es muy generosa, porque en esta zona no solo crecen árboles, también se ha conver­tido en el refugio de cientos de especies que convirtieron ese su lugar en su habitad. Sin duda este es un lugar donde la vida se manifiesta.

C.C: Cuéntenos sobre el pro­yecto de apicultura

E.C.: Actualmente tenemos cerca de 600 colmenas, consi­deramos que estos animalitos son vitales para la vida. La ver­dad no entiendo dónde va la racionalidad del ser humano, si sabemos que dependemos de estos animalitos, ¿por qué aprobamos la fumigación? Con este proyecto a futuro lo que queremos es comerciali­zar la miel y trabajar en con­junto con la comunidad para que sea una fuente de ingresos para ellos.

Edinson Castro Alvarado, gerente de Canapro e impulsor de sus proyectos ambientales.

C.C: Hace poco fue noticia el colegio de Canapro por su proyecto de energía limpia, cuéntenos en qué consiste.

E.C.: Nosotros tenemos cer­ca de 108 paneles que pro­ducen toda la energía de la institución e incluso queda un pequeño remanente para el alumbrado público del sector, así que con lo que nosotros gastamos en 15 años habre­mos recuperado la inversión de 130 millones y nos quedan otros 20 ó 25 años de uso de esa infraestructura. Económi­camente no es rentable, pero el mensaje que queremos dejar tanto a los estudiantes como a la comunidad del sector es que todo lo que se hace en pro del medio ambiente vale la pena. Este proyecto tiene fundamentalmente un com­ponente pedagógico, nosotros queremos provocar que la gen­te tome acciones al respecto.

C.C: ¿Qué otras iniciativas hacen parte de este gran proyecto de sostenibilidad ambiental?

E.C.: Bueno hay varias cosas, nosotros queremos el sector se involucre más y por eso hemos pensado en que sería impor­tante crear una línea de crédito verde o ambiental para felicitar la inversión en estos proyectos.

La casa nacional del profesor Canapro es una cooperativa multiactiva que ofrece soluciones en temas de educación, vi­vienda y recreación a sus cerca de 34.000 asociados.

En nuestro centro recreati­vo en Guaré queremos imple­mentar el proyecto de energías limpias para que a través de los paneles solares se provea la energía que necesita el centro recreativo y de pronto las casas. Actualmente en Guaré todos los fines de semana la adminis­tradora invita a los visitantes a observar nuestro proceso de reciclaje y reutilización, donde separamos las aguas grises de las aguas negras y las reutili­zamos, esto para inspirar a la gente a tomar conciencia del cuidado del agua.

También queremos que la experiencia del Vichada se convierta en una alternativa de Ecoturismo, en este pro­ceso se involucraría la comu­nidad, pero además sería una oportunidad maravillosa para conocer una zona exótica de nuestro país.

Finalmente, lo que queremos es hacer un llamado para con­vocar a la sociedad en general y así se sumen a estas iniciativas, los efectos negativos del cam­bio climático son una realidad y aquí todos debemos asumir nuestra responsabilidad.

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