El mayor problema del cambio acelerado en el clima es que para frenarlo se necesita un cambio radical en los comportamientos y hábitos de la humanidad, y nuestras sociedades no están preparadas para asumir esos cambios.
El descongelamiento del hielo estacional en los polos terrestres, la elevación del nivel del mar, los cambios de precipitaciones que ocasionan lluvias o sequías, así como el incremento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos son sólo algunos de los efectos del calentamiento y los cambios del clima del Planeta. El cambio climático es una realidad que tenemos que enfrenta.
Según David Attenborough ambientalista británico, “Puede sonar aterrador, pero la evidencia científica indica que si no se toman acciones drásticas en los próximos 10 años, podemos enfrentarnos al daño irreversible del mundo natural y el colapso de nuestras sociedades“. Y aunque suene bastante dramático, es una realidad. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) destaca una serie de impactos del cambio climático que podrían evitarse limitando el calentamiento global a 1,5°C en lugar de 2°C, o más.*
El mismo informe señala que “Las concentraciones de dióxido de carbono han aumentado en un 40% desde la era preindustrial debido, en primer lugar, a las emisiones derivadas de los combustibles fósiles y, en segundo lugar, a las emisiones netas derivadas del cambio de uso del suelo. Los océanos han absorbido alrededor del 30 % del dióxido de carbono antropógeno emitido, provocando su acidificación”.
También advierte qué para limitar el calentamiento global a 1,5°C se necesitarían transiciones “rápidas y de gran alcance” en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades. Sería necesario que las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano disminuyeran en 2030 alrededor de un 45 % respecto de los niveles de 2010, y siguieran disminuyendo hasta alcanzar el “cero neto” aproximadamente en 2050. Eso significa que se necesitaría compensar cualquier emisión remanente por medio de remover CO2 de la atmósfera.
Finalmente, gran parte de la responsabilidad es de los altos gobernantes, quienes deben dar priorización del desarrollo sostenible y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS en coherencia con los esfuerzos para adaptarse al cambio climático.
Muchas estrategias para el desarrollo sostenible permiten la adaptación transformadora para un mundo más cálido, siempre que se preste atención a la reducción de la pobreza en todas sus formas y a promover la equidad y la participación en la toma de decisiones.
El desarrollo sostenible tiene el potencial de reducir significativamente la vulnerabilidad sistémica, mejorar la capacidad de adaptación y promover la seguridad de los medios de vida de las poblaciones pobres y desfavorecidas.
¿Qué hacemos para frenar el cambio climático?
El cambio puede empezar por usted, por esto tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:


- No pongas la calefacción muy alta. Bajar la temperatura en solo 1ºC puede reducir hasta un 7% la factura energética de una familia. La temperatura óptima oscila entre los 18º y 21ºC
- Para ventilar, abre la ventana de par en par durante unos minutos y luego vuélvala a cerrar, en vez de dejar que el calor se escape durante mucho rato.
- Apaga las luces cuando no hagan falta.
- Si compras un nuevo electrodoméstico, por ejemplo, una nevera o una lavadora, cerciórate que la etiqueta de eficiencia energética, que todo electrodoméstico debe llevar, sea «A»: esto garantiza que hace un uso muy eficiente de la energía.
- Comprar menos carne, leche, queso y mantequilla y más alimentos de temporada producidos localmente. Además de NO desperdiciar comida.
- Recicla: reutilizar elementos usados, es darle una nueva vida a los envases, reduciendo el consumo de recursos y la degradación del planeta.**
- Busca productos que lleven la etiqueta ecológica, esto significa que los han fabricado ajustándose a normas medioambientales estrictas.
- Si vas a comprar un carro nuevo, elige un modelo pequeño y eficiente que tenga información relativa a la cantidad de CO2 que emite.
- Dúchate en lugar de bañarte: no sólo ahorras agua, sino también la energía que necesitas para calentarla.
- No dejes los electrodomésticos en modo “suspendido”. Aun cuando apagamos un electrodoméstico, en realidad sigue consumiendo energía.
- Los carros particulares son responsables del 10% de las emisiones de CO2. El transporte público, la bicicleta y la marcha a pie son alternativas más baratas y saludables.
- Planta un árbol (siempre teniendo en cuenta las características ecológicas de la zona y los permisos necesarios). Cinco árboles pueden absorber hasta 1 tonelada de CO2 a lo largo de su vida.
- No dejes el cargador del móvil enchufado cuando no estés cargando el teléfono. Si lo haces, el 95% de la electricidad se pierde: solo el 5% se usa realmente para recargar la batería del móvil.
*Fuente: Informe 2018 Grupo Intergubernamental de Expertos
**Fuente: Fundación Línea Verde