Este año confluyen en el universo de la economía solidaria dos desafíos que parecen opuestos y que se han convertido en temas cruciales para el cooperativismo hoy: la transformación digital y la dignidad del trabajo. Hablamos de ellos con el experto argentino Pablo Alberto Vannini.
“Es fundamental retomar la necesidad de centrar las prácticas económicas en el trabajo”
Tomado de Colombia Cooperativa 138
Fotos: Gcoop
Colombia Cooperativa: ¿De qué manera ha evolucionado el trabajo de acuerdo con los desarrollos digitales, cuáles son los nuevos modelos de trabajo y que tan dramáticos serán?
Pablo Vannini: Es interesante destacar que desde los inicios de la economía se vislumbró que la tecnología reemplazaría trabajos. Marx y Ricardo ya lo pusieron de manifiesto dado que es una tendencia del capital buscar reemplazar mano de obra por tecnología para mejorar la rentabilidad.
Más acá en el tiempo, desde el ya clásico El fin del trabajo de Rifkin se viene discutiendo cuánto de los nuevos trabajos podrán reemplazar los puestos que se pierden a manos de la tercerización, deslocalización y automatización.
Hoy día creo que no cabe duda de que nos encontramos en un proceso de precarización del trabajo, postcrisis de la sociedad salarial, surgen nuevos proyectos como las plataformas que buscan extraer valor de intermediaciones que no reconocen relaciones laborales y generan peores condiciones en el trabajo.
En este sentido es difícil decir que el trabajo ha evolucionado, en tanto existen pérdidas de puestos de trabajo (no solo de trabajo no calificado) al mismo tiempo que se generan peores condiciones.
Desde la economía social es fundamental retomar la necesidad de centrar las prácticas económicas en el trabajo.
C.C.: Muchos emprendimientos, desarrollos digitales y empresarialidad exponencial, como Rappi o Uber se hacen con cargo a la precarización del trabajo. ¿Qué pueden aportar ahí el cooperativismo y la economía solidaria?
P.V.: Existen algunos proyectos cooperativos muy interesantes en el mundo y ya hemos comenzado a hablar de Plataformas Cooperativas (en este sentido son interesantes los escritos de Trebor Scholz). Es muy importante que desde la Economía Social y el cooperativismo se comiencen a trabajar estos temas y se fortalezcan estos proyectos para aprovechar las potencialidades tecnológicas para una construcción económica democrática y equitativa. Proyectos como Coopcycle que buscan construir cooperativas de repartidores de pequeña escala son una referencia en este sentido.
Las Plataformas son negocios globales y de escala. Desde la Economía Social es importante señalar el desarrollo local contra el monopolio y centrarse en la resolución de necesidades por lo que las condiciones de trabajo son fundamentales para la construcción de estos proyectos.
C.C.: ¿Cómo conciliar la dignidad del trabajo, los derechos laborales, la seguridad social, el acceso a salud, con las nuevas formas de empleo como el trabajo domiciliario, el trabajo por horas, las apps, entre otras?
P.V.: El cooperativismo es importante porque propone un proyecto colectivo ante una necesidad individual. Con el armado de una cooperativa se consigue potenciar el trabajo individual, reducir riesgos para la persona (accidentes, enfermedades) y articular con otros proyectos potenciando el conjunto.
Hay un concepto interesante: el Precariado (Standing), en tanto que la precarización ataca a profesionales y a personas con poca formación, ya no se trata solo de los empleos informales sino que existe un proceso de ampliación de los trabajos precarizados que se expande hacia profesiones independientes por lo que más allá de los conceptos es importante ser una alternativa ante estos movimientos.
El cooperativismo como proyecto colectivo puede ayudar a buscar soluciones que no precaricen y no dejen al trabajador librado a su suerte frente a la crisis de la sociedad salarial.
C.C.: ¿Por qué el cooperativismo tarda tanto en incorporar los desarrollos tecnológicos, como el fintech o las aplicaciones de mensajería?
P.V.: Seguramente las causas sean diversas. Por un lado está el tema de la inversión, que no siempre es sencilla en una cooperativa que está buscando resolver necesidades de sus socios y que no nace necesariamente con un gran capital.
Pero más allá de eso también se debe a que muchas de las plataformas actuales no son aún proyectos sustentables (generan pérdida) y viven de inversiones de distintos tipos de capitales (los denominados capitales ángeles) que en todo caso se quedan con el proyecto con el correr del tiempo.
En muchos de estos proyectos lo que se explota son los datos de las personas, y más allá de la necesidad de poner límites éticos, en este punto el cooperativismo tiene todavía un camino por recorrer.
Para esto creemos que es fundamental que el cooperativismo tome al software libre como base de construcción que le permita independencia tecnológica y compartir las inversiones con otros proyectos (por el no pago de licencias).
C.C.: ¿Hay espacio y condiciones y legislación adecuada para crear cooperativas digitales o cooperativas dedicadas a las innovaciones digitales?
P.V.: Las legislaciones dependen mucho de cada país y en muchos de los casos las condiciones no son ideales para formar una cooperativa de tecnología. Salvo en casos como el del País Vasco, donde existe una legislación muy interesante, que logra que no exista una discriminación hacia las cooperativas, el panorama no es bueno.
En Argentina por ejemplo en 48 horas podés abrir una sociedad de acciones simples, mientras que una cooperativa tarda más de 6 meses.
C.C.: ¿Cómo ligar cooperativismo + jóvenes + digital y superar el estigma de las cooperativas como empresas de viejitos?
P.V.: Creemos que es muy importante comenzar a dar visibilidad al cooperativismo por fuera de la forma jurídica. Muchas de las bandas musicales funcionan de forma cooperativa, muchos de los proyectos de amigos profesionales funcionan como cooperativas en muchos casos sin serlo formalmente.
Tenemos que mostrar los beneficios de formalizar esos procesos tendiendo puentes con gran parte de la sociedad que desarrolla proyectos colectivos sin ser consciente de ello.
Hace poco tiempo desarrollamos un video juego para acercar a los niños al cooperativismo: www.simonpugliese.com.ar, justamente mostrando que el acto de hacer música es un acto cooperativo.
Al mismo tiempo, entre muchos profesionales (y más aún en los relacionados con la tecnología) existe la idea de trabajar con pares. La filosofía del Peer to Peer (P2P) ha generado distintos emprendimientos productivos en el mundo de personas que buscan trabajar y construir sus empresas con pares y esto hay que tomarlo y mostrar que el cooperativismo es la herramienta para llevar adelante proyectos productivos.
C.C.: ¿Qué tantas posibilidades tienen las cooperativas de influir sobre el empleo, considerando la cantidad de trabajo que generan, a nivel mundial y en cada país?
P.V.: No soy un especialista en este tema y entiendo que depende de cada país, en Argentina no son un factor importante en la generación de empleo pero si lo son las pequeñas y medianas empresas (emplean al 70% de la población activa) con las que el cooperativismo tiene que articular para construir una gran Economía Social que tenga como eje el desarrollo local y la generación de empleo.
Pablo Alberto Vannini es Licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires. Docente Concursado de la Materia “Gestión del Conocimiento”. Socio Fundador de la Cooperativa de Trabajo Gcoop, donde realiza trabajos de Gestión de Proyectos de Software. Investiga temas relacionados con las Nuevas Tecnologías y la Economía Social.
Gcoop es la primera Cooperativa de Desarrollo de Software Libre de la Argentina (2007). Se especializa en la implementación de sistemas de gestión (crm y erp), desarrollos web e integraciones. Trabajan para distintas empresas y organizaciones de la Argentina (como el Banco Cooperativo Credicoop) y exportan software a distintos países.
Hace varios años Gcoop lideró la formación de la Federación de Cooperativas Tecnológicas – Facttic, para potenciar estos proyectos.
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“El cooperativismo como proyecto colectivo puede ayudar a buscar soluciones que no precaricen y no dejen al trabajador librado a su suerte”: Alberto Vannini