Noviembre 22 de 2018. Los participantes en el Encuentro de Equidad y Género de Ascoop y la Unidad de Organizaciones Solidarias, coinciden en que el país ha avanzado en relación con la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, sin embargo aún hay brechas por reducir.
El Encuentro, realizado en Bogotá el 21 de noviembre tuvo como objetivo reflexionar en torno al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el sector de la economía solidaria-.
La mujer y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La actividad inicio con una exposición magistral de la directora ejecutiva de Ascoop, María Eugenia Pérez Zea quien en calidad de presidente del Comité Mundial de Equidad de Género en la Alianza Cooperativa Internacional – ACI, resaltó la importancia del objetivo 5 de los ODS: “Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas.”
“Garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y niñas por medio de todos estos objetivos es la única vía para obtener justicia, lograr la inclusión, conseguir economías que beneficien a todas las personas y cuidar nuestro medio ambiente, ahora y en las generaciones venideras”, señaló la directora ejecutiva de Ascoop.
En cifras, reveló la realidad mundial de la mujer: más de 1.300 millones viven en pobreza multidimensional, de las cuales la mitad de ellas son menores de 18 años. A pesar de los avances en cobertura en enseñanza primaria, 15 millones de niñas nunca tendrán la oportunidad de aprender a leer y escribir, en comparación con 10 millones de niños, y la violencia contra las mujeres y las niñas continúa siendo una pandemia mundial: una de cada tres mujeres y niñas experimenta violencia física o sexual a lo largo de su vida.
Las mujeres ocupan el 24% de los escaños parlamentarios a nivel mundial y la brecha salarial de género se sitúa en el 23%.
Al final resaltó que lo más importante es “Desafiar a las cooperativas para continuar dando poder a las mujeres y que sean ellas las mejores aliadas para el aporte del cooperativismo al desarrollo sostenible.”
Por su parte Ingrid Reyes de Organizaciones Solidarias explicó cómo la Unidad promueve el enfoque de género en la economía solidaria, especialmente en la zona rural y ha trabajo este año con 3378 mujeres en formación y empoderamiento.
Durante su exposición presentó varios casos exitosos de asociatividad femenina, que permitieron empoderar y dar liderazgo a mujeres colombianas. Según la expositora, una mujer empoderada es quien piensa en ideas que rompen las barreras de lo común, corre riesgos calculados, no se distrae de su camino, ignora lo negativo y cree en sí misma, se obsesiona con lo que le gusta hacer, planea su vida. Recordó que el éxito no es cuestión del destino, sino el resultado de las decisiones que toma cada día, no teme a pedir ayuda para corregir todo aquello que desea cambiar para mejorar y siempre es auténtica. No hay mejor clave del éxito en una mujer que mantener la capacidad de ejercer plenamente cada una de sus facetas como madre, esposa, amiga y emprendedora.
Sandra Sánchez de Fedepanela narró el proceso de incorporación del enfoque de género en el gremio panelero y las dificultades que han tenido que superar- Finalmente Pablo Ramos de la Universidad Javeriana, explicó cómo el conflicto ambiental afecta de manera más directa a las mujeres que a los hombres.
Finalmente Pablo Ramos de la Universidad Javeriana hizo la exposición “El género, los recursos naturales y los ODS: Retos de expectativas y realidades” explicó cómo el conflicto ambiental afecta de manera más directa a las mujeres que a los hombres.
“No es una casualidad la alta participación de mujeres en proyectos relacionados con la conservación de recursos naturales. En general, su percepción conjunta sobre la importancia de los recursos naturales, más allá de bienes netamente productivos, hace que los incentivos asociados a la conservación de la biodiversidad estén fuertemente marcados por los derechos propios de la naturaleza, la importancia de la conservación de la vida, y el reconocimiento de los beneficios indirectos asociados a la preservación”, señaló Pablo Ramos.
Más liderazgo y empoderamiento y menos culpa
Con la participación de Paola Castilla, de ONUMujeres, Sandra Sánchez de Fedepanela, Ingrid Lorena Reyes de la Unidad Administrativa de Organizaciones Solidarias y nuestra directora ejecutiva María Eugenia Pérez , con la moderación de Juan Fernando Álvarez.
Los panelistas coincidieron en que los efectos de la violencia contra la mujer y la violación de sus derechos humanos han sido determinantes para que la mujer no se empodere y asuma cargos de liderazgo en el país.
Desprenderse de los roles de cuidadora ha sido una de las luchas culturales más duras que ha enfrentado ya que el sentimiento de culpa hace que la mujer renuncié a sus realizaciones como profesional y líder.
Según el estudio publicado por la ONU Mujeres Colombia, sobre los indicadores relacionados con el género, la participación política de las mujeres ha aumentado del 6% al 11% en los cargos de elección popular, y del 7% al 21% en las elecciones del Congreso en los últimos 20 años. Sin embargo, es uno de los países de América Latina con la menor representación de las mujeres en la política. En 2015 fueron tan sólo el 14% de concejales, 17% de diputadas, 10% de alcaldesas y 9% de gobernadoras. Cifras aún muy por debajo de la paridad que haría justicia a la proporción de mujeres dentro de la sociedad. En relación a los derechos económicos, el acceso de las mujeres al empleo formal y su participación en el Mercado laboral, si bien ha ido creciendo, es aún limitada.
Como un acto conmemorativo, los asistentes se unieron a la campaña de la ONU contra la violencia a la mujer “#ProgresoMujeres2018”, cada uno plasmó un mensaje exaltando el trabajo de la mujer y rechazando cualquier acto de violencia.
